TOLEDO, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Consejo Autonómico de Veterinarios de Castilla-La Mancha quedó constituido hoy en Toledo, asumiendo la Presidencia del mismo el presidente del Colegio de Veterinarios de Toledo, Luis Alberto García Alía, con el espíritu de aunar esfuerzos por esta profesión.
Al acto asistió el vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, el cual destacó, en su intervención, la importancia de este acto, "que sintetiza lo que es hoy España, con un proyecto común", resaltando la labor de este organismo, con el objetivo de "velar por los colegiados, por su profesión y por sus intereses".
De igual modo, Lamata dio importancia a algunos aspectos de la veterinaria, como la seguridad y la salud alimentaria y las enfermedades de transmisión, por lo que resaltó, en este sentido, la relevancia de la investigación, la formación y la actualización de conocimientos dentro de este campo, en lo que prometió el compromiso y la colaboración por parte de la Administración regional.
Por su parte, el presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, Juan José Badiola, que también estuvo presente en el acto, consideró que los miembros de este Consejo Autonómico de Veterinarios disponen de una "amplia experiencia".
PROFESIÓN ÚTIL
Además, Badiola definió como "un reto apasionante" para ellos "no sólo por defender los intereses de los profesionales, sino también por demostrar a los ciudadanos la utilidad de nuestra profesión".
Por último, el nuevo presidente del Consejo Autonómico de Veterinarios de Castilla-La Mancha, Luis Alberto García Alía, señaló entre los grandes retos de la profesión las exigencias y nuevos conocimientos que requiere la globalización, además de realizar dos peticiones a Lamata, mejorar la situación de los trabajadores veterinarios y potenciar la carrera profesional de veterinaria.
Asimismo, García Alía indicó cuatro funciones dentro de la labor de este nuevo Consejo, representar a los profesionales y defender sus intereses, tanto a través de los colegios como a través de convenios con otras instituciones; la salvaguarda y la observancia de los principios deontológicos de la profesión; la promoción y mejora de los niveles científicos; y la colaboración con los poderes públicos para defender a los animales.
