TOLEDO, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
La localidad toledana de Villamiel ha recibido en la jornada de este lunes la visita de un grupo de nueve directivos de la compañía público-privada china CECEP, encargada de la gestión de servicios generales y medioambientales del país asiático, que ha mostrado su interés por el funcionamiento de la planta potabilizadora del municipio.
En el Consistorio, la delegación ha sido recibida por el alcalde del municipio, Fernando Jiménez, que ha estado acompañado de los socios de la empresa, Xavi Mujel y Albert Ventura, así como por miembros de su equipo de Gobierno, ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
Dicha delegación ha parado en esta localidad para conocer sobre el terreno las características de la planta potabilizadora de agua con la que cuenta la población desde hace cinco años y que ha permitido a los villamieleros consumir el agua de sus pozos sin necesidad de acudir a sistemas externos.
Durante la visita, la delegación ha podido asistir a la presentación realizada en el Salón Cultural de la localidad, donde tanto el alcalde como los responsables de la empresa han explicado a la comitiva el proyecto. Acto seguido, han podido ver en directo el funcionamiento de la misma, situada a escasos metros del casco urbano villamielero.
El alcalde de la localidad, Fernando Jiménez, ha expresado el "orgullo" que significa para Villamiel que un Gobierno como el chino se haya interesado en esta forma de trabajar, sobre la que ha reiterado que es "mucho más barata y eficiente" que otros sistemas existentes en la zona.
Según ha detallado Jiménez, esta actuación ha permitido que los vecinos tengan un recibo de agua más económico que en la zona, con un ahorro de entre el 40 y el 60 por ciento.
Tras la visita, el vicepresidente de la CEPEP china, Yu Honghui, se ha mostrado encantado de poder ver dichas instalaciones y ha felicitado al alcalde de Villamiel por haber "cogido la mejor opción para el ciudadano" y haber conseguido "menos coste y mayor calidad".
La planta fue instalada en el año 2009 por la compañía King Diamond, y se planteó como una solución para poder hacer potable el agua de los pozos de Villamiel, cuyo alto contenido en arsénico hacía imposible su consumo.
De esta forma, el equipo de Gobierno acometió entonces una inversión en esta planta que permite desde entonces al municipio poder utilizar agua de sus propios pozos para abastecer a los vecinos.
