TOLEDO, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado este martes el visto bueno a la propuesta de declaración, por parte del Ayuntamiento de Talavera de la Reina, del 'Puente Viejo' de la Ciudad de la Cerámica como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de monumento.
La viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz, ha mantenido una reunión de trabajo con la alcaldesa de Talavera de la Reina y presidenta de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), Agustina García, en la que también han estado presentes la directora general de Juventud y Deportes, Noelia Pérez; y el delegado de la Junta en Talavera, David Gómez, según ha informado la Junta en nota de prensa.
En sus declaraciones, Ana Muñoz ha tildado como "muy certero" el informe preparado por el Ayuntamiento para la declaración del monumento como BIC, por lo que --considera-- no habrá muchos inconvenientes "para poner en marcha la incoación del expediente de declaración e incoarlo en pocos meses".
Asimismo, la viceconsejera de Cultura y Deportes ha concretado que esta declaración como BIC del 'Puente Viejo' permitirá acceder al monumento a programas culturales como el 1,5 por ciento cultural o facilitar los trámites administrativos y de gestión para llevar a cabo el compromiso del presidente, Emiliano García-Page, de iluminarlo.
EL 'PUENTE VIEJO' DE TALAVERA DE LA REINA
El 'Puente Viejo' Romano de Talavera es el más antiguo de los que cuenta actualmente Talavera sobre el Río Tajo.
Con un primer origen romano, la gran construcción se acomete hacia finales del siglo XV bajo la dirección de Fray Pedro de los Molinos, manteniendo, más o menos, el mismo aspecto que en la actualidad. De esta manera el puente ha estado en permanente reconstrucción. La última restauración ha tenido lugar en el año 2002.
La parte más primitiva, de origen romano, se encuentra por debajo del nivel del agua, y corresponde con los cimientos del primer tramo. Este antiguo puente seguía en línea recta hasta la isla situada frente a la orilla de la ciudad. En torno al siglo XIII se debió de variar el trazado con ese característico quiebro, y se levantaron algunos ojos con arcos apuntalados.
