Gregorio Marañón, nuevo Hijo Adoptivo de Toledo, pide que las administraciones reconozcan los méritos de sus ciudadanos

Actualizado: viernes, 30 mayo 2008 17:04

En presencia de Bono y Barreda reconoce que su "mayor mérito" por la ciudad ha sido la "salvación" de la Vega Baja

TOLEDO, 30 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Real Fundación de Toledo, Gregorio Marañón y Beltrán de Lis, que recibió hoy el título que le acredita como Hijo Adoptivo de Toledo, animó a los representantes políticos de la ciudad a que se reconozca "más frecuentemente los méritos extraordinarios de nuestros conciudadanos y a que lo hagáis a tiempo, antes de que nos falten", ya que así se honrará a la ciudad y eso animará a los demás "a seguir el buen ejemplo" de los nombrados.

Durante su intervención en el acto de reconocimiento, celebrado en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Toledo, Marañón reconoció que aunque Toledo no es la ciudad donde ha nacido sí es "la que yo escogí libremente como mi ciudad de pertenencia", por lo que agradeció este nombramiento que corresponderá "con un ilusionado juramento cívico de amor, lealtad y servicio a Toledo, con todas las fuerzas de un pensamiento y un corazón apasionados por lo que la ciudad es y representa".

"A nada más puede aspirar un ciudadano que a ser honrado por su ciudad como lo he sido yo hoy por este Ayuntamiento", indicó el homenajeado, que recordó que el valor del esfuerzo "ha sido un norte permanente en mi vida, entendido como el ejercicio constante del poder de la voluntad".

En este contexto, se refirió a "la salvación" de la Vega Baja de Toledo, convencido de que "si algún mérito he contraído a lo largo de mi vida con esta mi ciudad de Toledo, ese ha sido". En este punto, asevero que con el tiempo, si las cosas se hacen bien, "todos celebramos que el lugar donde se fundó la primera capital de España, con su paisaje histórico y natural, y su riqueza arqueológica, se haya preservado como un espacio público para uso y disfrute de todos los ciudadanos, y nadie imaginará que pudo haber sucedido de otra manera".

RESPONSABILIDAD CÍVICA.

A la Vega Baja también se refirió el presidente regional, José María Barreda, al definir la actuación de Marañón en este y otros asuntos como la de un "hijo que protege a la madre levantando su voz, simbólicamente". A su juicio, Toledo es una ciudad que merece la pena preservar, igual que su identidad, algo que entiende perfectamente Marañón, "comprometiéndose con la realidad en el ejercicio de su responsabilidad cívica".

José María Barreda destacó la capacidad de consenso y la prudencia del presidente de la Real Fundación de Toledo, que pone manos a la obra para que los riesgos del crecimiento "no arrasen la verdad sedimentada a lo largo de los siglos", y su actitud alejada de la contemplación y la pasividad.

Por su parte, el presidente del Congreso de los Diputados y ex responsable de Castilla-La Mancha, José Bono, definió el acto de hoy como la representación de "una comunidad de afectos" en torno a Gregorio Marañón, de quien resaltó que venga "a quebrarse la cabeza por la ciudad", y al que advirtió de que "no todas las cosas que haces y dicen gustan a todos".

Bono, que dijo estar en el acto "por amistad" y por las "virtudes" del homenajeado, deseó finalmente que esta ciudad "sigue siendo luz" en la vida de Gregorio Marañón y "los marañones", y que esta familia, como su abuelo, siga conservando su "encantamiento familiar" por Toledo.

COMPROMETIDA PERSONALIDAD.

Previamente, el alcalde de la capital regional, Emiliano García-Page, tras entregar a Gregorio Marañón el pergamino que le acredita como Hijo Adoptivo de Toledo, reseñó la "comprometida personalidad" de este nuevo hijo de la ciudad, que ha enseñado con sus múltiples acciones cómo deben relacionarse las distintas administraciones con sus administrados.

Así se puso de manifiesto en torno a la Vega Baja donde, según García-Page, mucho más importante que los restos arqueológicos que aparezcan y puedan aparecer la ciudad debe "tomar buena lección" de esa pequeña historia, y de qué no se debe y cómo no se deben hacer las cosas.

El vicepresidente de la Real Fundación de Toledo, Fernando Ledesma, fue el encargado de pronunciar la 'laudatio', en la que reconoció la fortaleza de ánimo y la generosidad de Marañón. Afirmó que su compañero y amigo ha pasado las mejores horas en Toledo, donde defendió la Vega Baja "a sabiendas de que algo que el hombre no debe ignorar: que es lo que es por lo que ha sido, por su pasado".

Gregorio Marañón recibió un cálido aplauso al final del acto, en el que agradeció su presencia a su mujer e hijos, a sus compañeros en la Real Fundación, al ex portavoz del PSOE, Roberto López, que impulsó su nombramiento, al ex alcalde del PP, José Manuel Molina, y al ex concejal de IU, José Esteban Chozas. La distinción le fue otorgada por el Pleno del Consistorio toledano a finales de 2002, aunque la entrega del título se retrasó en dos ocasiones.

En el acto, junto a la Corporación municipal al completo, y destacadas personalidades del mundo cultural y social de la ciudad, estuvieron presentes también el cardenal arzobispo de Toledo, monseñor Antonio Cañizares; la presidenta regional del PP, María Dolores de Cospedal; el presidente de la Diputación, José Manuel Tofiño; el presidente de las Cortes, Francisco Pardo; el ex alcalde de Toledo, Agustín Conde, y la vicerrectora del Campus de Toledo, Evangelina Aranda.