TOLEDO, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Consumo de Castilla-La Mancha lleva a cabo, a través de los inspectores de los servicios provinciales de consumo, el control de los establecimientos comerciales de la región que han iniciado el período de rebajas (del 7 de enero al 31 de marzo) para comprobar que cumplen con lo establecido en la normativa vigente.
Los objetivos de esta campaña de control de las rebajas son verificar el correcto cumplimiento de las obligaciones y deberes impuestos por la legislación vigente en materia de rebajas y comprobar que los establecimientos mantienen los niveles exigibles de calidad de los productos rebajados, informó en nota de prensa la Junta.
Se hace especial hincapié en controlar la obligatoriedad de consignar los precios anteriores a las rebajas y el precio rebajado. Al mismo tiempo se verifica que los artículos que se ponen a la venta son los que ya formaban parte de la oferta habitual del establecimiento.
Además, el Instituto de Consumo recuerda a los consumidores que durante el período de rebajas se puede pagar con tarjetas de crédito siempre que el establecimiento admita esta forma de pago durante la temporada habitual y sin recargo alguno. Asimismo, se recomienda conservar los recibos de las compras como documentos imprescindibles para que se respete la garantía y para posibles reclamaciones y comprobar que los productos rebajados tienen que cumplir todas las normas de calidad y etiquetado.
Por último, el Instituto de Consumo de Castilla-La Mancha reitera a los castellano-manchegos que no deben renunciar a sus derechos durante las rebajas, que pueden solicitar las hojas de reclamaciones, obligatorias en todos los establecimientos y señala que pueden acudir a las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), a las Asociaciones de Consumidores y Usuarios o Servicios de Consumo para recibir asesoramiento e información o para plantear cualquier queja o reclamación.
