TOLEDO, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
Más de un 30 por ciento de las defunciones en Castilla-La Mancha se debe a una enfermedad cardiovascular, según pone de manifiesto el informe 2009 de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) sobre incidencia de las enfermedades cardiovasculares (ECV), basado en datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística sobre defunciones en 2007, presentado en el marco del Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares que se ha celebrado en Barcelona.
Casi una de cada tres defunciones que se registran en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha está provocada por una enfermedad cardiovascular. Teniendo en cuenta las tasas estandarizadas de mortalidad, las enfermedades cardiovasculares causan en esta Comunidad 224,5 fallecimientos por cada 100.000 habitantes y año de los 738,8 por 100.000 que se producen por cualquier causa, lo que supone más del 30 por ciento del total.
Según destaca el doctor Carlos Macaya, nuevo presidente de la SEC, "hasta el momento, para conocer el impacto de la enfermedad cardiovascular en nuestro país sólo se disponía de extrapolaciones de estudios llevados a cabo en otros países o de datos obtenidos en algunas zonas o provincias de España, como la información procedente de los estudios MONICA y REGICOR, ambos realizados en Cataluña y Gerona, respectivamente (que son precisamente zonas donde la mortalidad por ECV es más baja)".
Con este concienzudo informe se consigue disponer de una base para futuras revisiones sobre el impacto y la evolución de la enfermedad cardiovascular en España. Así, como resalta la doctora María Jesús Salvador, past president de la SEC "este primer informe será la base para posteriores estudios que, utilizando la misma metodología, permitirán conocer la evolución de la enfermedad cardiovascular en España (en global, pero también a nivel provincial y de CC.AA.)".
Dentro del amplio grupo de enfermedades cardiovasculares, en Castilla-La Mancha las que se asocian con una mayor tasa de mortalidad son, por este orden, la cardiopatía isquémica (con una tasa estandarizada de 63,6 fallecimientos por 100.000 habitantes), las enfermedades cerebrovasculares (63,3 por 100.000), las arritmias y otras enfermedades cardiovasculares (48) y la insuficiencia cardiaca (32,8), teniendo ya un impacto en la mortalidad mucho menor las enfermedades cardiovasculares de origen hipertensivo y las reumáticas.
En porcentajes, utilizando como base las tasas estandarizadas de mortalidad, se pone de manifiesto que la cardiopatía isquémica supone hasta un 28% de las muertes por enfermedad cardiovascular en Castilla-La Mancha, en la misma proporción que las enfermedades cerebrovasculares (28%); por detrás, las arritmias y otras ECV suponen un 21% de los fallecimientos derivados de una enfermedad cardiovascular y la insuficiencia cardiaca un 15%; por su parte, las enfermedades hipertensivas se asocian con 6% de las defunciones por esta causa y las enfermedades cardiacas reumáticas únicamente representan un 2%.
POR SEXOS
Por sexos, se aprecian algunas diferencias significativas entre hombres y mujeres en lo que respecta a la incidencia en la mortalidad que tienen determinadas ECV. Así, mientras que en el varón la cardiopatía isquémica es, con mucho, la principal causa cardiovascular de muerte (hasta un 37% de todos los casos de muerte provocados por una enfermedad cardiovascular), en las mujeres son las enfermedades cerebrovasculares las que copan este primer lugar (hasta un 29% de todos los casos de defunción por ECV).
En comparación con el resto de CC.AA., Castilla-La Mancha se sitúa por debajo de la nacional media en cuanto a la incidencia de la cardiopatía isquémica en la mortalidad (63,6 fallecimientos por 100.000 habitantes., siendo la media española de 74,2). Respecto a la repercusión de las enfermedades cerebrovasculares en la mortalidad poblacional, esta Comunidad ocupa también un lugar intermedio (63,3 defunciones por 100.000 habitantes contra 63,9 de la media española).
El informe efectúa una revisión exhaustiva de la situación de la enfermedad cardiovascular por provincias. Se aprecian algunas diferencias significativas en este caso entre las distintas provincias. La tasa estandarizada de mortalidad por ECV en Albacete es de 231,7 por 100.000 habitantes, de 243 en Ciudad Real, de 218,3 en Cuenca, de 201,5 en Guadalajara y de 269,6 en Toledo.
