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CIUDAD REAL, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
El padre Toño, como se conoce al sacerdote daimieleño Antonio Rodríguez que fue detenido en El Salvador por ayudar supuestamente a las maras salvadoreñas introduciendo objetos ilegales en prisión, ha recibido ya el alta médica en el hospital en el que permanecía ingresado y ha regresado a las dependencias de la Dirección Central de Investigaciones (DCI) de la Policía Nacional de este país.
Así lo ha confirmado a Europa Press la madre del sacerdote, María del Carmen López, quien ha asegurado que ha tenido la información este mismo sábado a través de uno de los compañeros de la Congregación Pasionista, a la que pertenece el padre Toño, quien le ha asegurado que su hijo "está muy, muy bien y que no me preocupe, que seguro que todo va a ir bien".
Según las informaciones que hasta el momento había recibido la familia, el ingreso, que se realizó el pasado 8 de agosto, fue como consecuencia de una subida de tensión, al parecer propiciada por estrés que esta padeciendo desde que fue detenido el pasado 29 de julio.
"Ahora que ha regresado a dependencias policiales --en las que estaba desde finales de julio metido en un pequeño cuarto con un colchón en el suelo-- lo único que esperamos es ver cuando deliberan sobre la apelación del fiscal y si le dejan en libertad sin cargos que es lo que todos esperamos, después de que ya le declararan culpable con cargos, que no sabemos por qué. Es una trampa que le han tendido a mi hijo muy bien preparada", ha agregado la madre del sacerdote.
CONCENTRACIÓN
No obstante, y mientras llega esa noticia, la familia ha vuelto a convocar una nueva concentración este domingo en Daimiel, concretamente a las 11.00 horas en la Plaza de España de la localidad natal del padre Toño.
Y coincidiendo con la concentración, se lanzará a través de Internet la campaña de recogida de firmas para solicitar la libertad sin cargos, "porque tiene que ser así ya que él no ha hecho nada", ha dicho la madre del sacerdote.
LLEGÓ A EL SALVADOR EN EL 2000
El sacerdote español Antonio Rodríguez López Tercero llegó a El Salvador como parte de la Congregación Pasionista y director de la organización no gubernamental Servicio Social Pasionista (SSPAS) en el año 2000, y se asentó en la Iglesia San Francisco de Asís, en la ciudad de Mejicanos, en donde inició su labor de rehabilitación de pandilleros y de misión pastoral en prisiones salvadoreñas.
Se hizo conocido en El Salvador cuando el 7 de septiembre de 2010 leyó un comunicado de las pandillas o maras en la que proponía al Gobierno que dialogara con estos grupos para frenar los homicidios, lo que le valió que le llamaran "el vocero de las pandillas".
El pasado 29 de julio fue acusado por la Fiscalía General de la República acusado de colaborar con las pandillas conflictivas de jóvenes salvadoreños a través de la introducción de objetos ilegales en las cárceles, algo que tanto él como su familia y sus compañeros pasionistas han negado desde el principio subrayando que sólo es "un hombre que predica el bien con sus actos y su obra".
