PP C-LM cree que poco se puede esperar de un Gobierno que de su gestión destaca los kilómetros hechos en coche oficial

Actualizado: lunes, 1 mayo 2006 17:35

TOLEDO, 1 May. (EUROPA PRESS)

El vicesecretario regional del PP, Alejandro Ballestero, considera que "la prueba del fracaso" del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, tras dos años de gobierno, es que lo que más ha destacado de este tiempo "son los kilómetros que ha hecho recorriendo la región en coche oficial, de inauguración en inauguración y de fiesta en fiesta. Poco podemos esperar de un Gobierno así".

En un comunicado, Ballestero considera que el segundo año de Barreda al frente del Gobierno regional ha sido lo mismo que el primero, "un auténtico fracaso en todo aquello que más preocupa a los castellano-manchegos como la vivienda, la agricultura, el empleo, la inmigración, el agua o la seguridad ciudadana".

Según informa en un comunicado el dirigente 'popular', el PSOE, pese a las proclamas triunfalistas "y al balance color de rosa y viajero" que ha hecho de estos dos años de gobierno en Castilla-La Mancha, sigue sin resolver los problemas que más preocupan a los ciudadanos.

En ese sentido destaca que el precio de la vivienda continúa creciendo sin control y se hace cada vez más difícil el acceso a las mismas de los colectivos más desfavorecidos, como el de los jóvenes; la agricultura es el sector al que peor le va, y ahora la situación se ha agravado por culpa de la negociación ante la UE, que hará que Castilla-La Mancha pierda el 34 por ciento de los fondos estructurales y de cohesión.

En las políticas de empleo, la región se mantiene a la cabeza de España en número de parados y es la primera en porcentaje de desempleo femenino, pese a la autopropaganda permanente, indica Ballestero, para quien "no nos basta con que nos pinten una región de colorines cuando la realidad es bastante gris en muchos e importantes aspectos".

En opinión de Ballestero, Barreda no ha sabido defender los intereses de la región frente a Madrid, ya que aceptó sin rechistar la derogación del Plan Hidrológico Nacional y el trasvase del Ebro, condenando a esta a ser la única región solidaria en materia de trasvases; aceptó que los Presupuestos Generales del Estado para este año beneficiaran extraordinariamente a las regiones más ricas; aceptó el cambio del Plan de Infraestructuras, aunque el nuevo plan retrasa las obras previstas diez años más, y aceptó el Estatuto de Cataluña, a pesar de declararse como nación y de fijar un nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas que perjudica a esta.

"Un Gobierno como este, cuya capacidad para afrontar las situaciones de crisis quedó en evidencia con el incendio de Guadalajara, y que sigue de forma sumisa los dictados de Rodríguez Zapatero con grave perjuicio para los intereses de los castellano-manchegos, no merece seguir gestionando el destino de esta región. Merecemos algo mejor y alguien que trabaje por los demás, no que se jacte de los kilómetros que ha hecho los dos últimos años viajando en coche oficial".