ONTÍGOLA (TOLEDO), 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
El derrumbe ocurrido el pasado martes, 9 de diciembre, en el tramo Aranjuez-Ontígola de la línea de Alta Velocidad Madrid-Levante es "un incidente de obra nada relevante", según indicó hoy el presidente de Obras Subterráneas --responsable de la obra--, Antonio Figar.
Según explicó por su parte el presidente de la línea Madrid-Valencia de ADIF, Santiago Cobo, en rueda de prensa, "es un túnel complejo en su construcción" ya que se encuentra excavado en terrenos difíciles por sus materiales, "arcillosos, con gran cantidad de sales" y que poseen "gran capacidad de disolución".
Además, las tres personas que comparecieron ante los medios coincidieron en que para la realización de este proyecto se "han requerido 2 años" de estudio y los consejos de los mejores expertos "tanto nacionales como europeos" en el método de excavación y sostenimiento.
Ante las reacciones de los medios de comunicación por el silencio de los responsables --no ha salido a la opinión pública hasta hoy--, estos argumentaron que al ser un incidente "desde el punto de vista técnico y de obra" sin la "mayor relevancia" no se pensó en hacer ninguna declaración. "Los técnicos estamos sorprendidos" por el revuelo ocasionado por el incidente, recalcaron.
El problema fue provocado por las fuertes lluvias "anormales" que cayeron en la jornada del martes. Esto unido a la "complejidad del terreno" han provocado este derrumbe aunque el director general Acciona, Pedro Martínez, aseguró que "no afectará al resto de la obra".
Cuando "el técnico de trabajos" detectó que comenzaban a caer pequeñas partículas, llamadas en el argot "chineo", ordenaron la "inmediata salida" de los trabajadores, recordó. Según apostilló, "al poco tiempo el túnel se desplomó en unos 60 metros". Los únicos daños que se han registrado han sido tres de las máquinas situadas en la zona del derrumbe que han quedado sepultadas.
