CUENCA, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto, ha presidido el acto de devolución de los cuadros de San Juan Bautista y San José al Museo de Arte Sacro de Huete, una vez finalizados los trabajos de restauración que han supuesto una inversión de 14.190,68 euros y han sido realizados por la empresa Isaac González Gordo bajo la supervisión del Centro de Conservación y Restauración de la Diputación Provincial de Cuenca.
Prieto ha destacado el esfuerzo que está realizando la Diputación Provincial para recuperar el patrimonio cultural de la provincia con actuaciones como ésta, dirigida por el Centro de Conservación, o las que se están ejecutando a través del convenio firmado con el Obispado y que va a suponer una inversión en la provincia de 600.000 euros cofinanciados entre las dos instituciones, ha informado la Diputación en nota de prensa.
Este empeño, ha subrayado Prieto, "obedece a la estrategia de considerar nuestro patrimonio como una futura fuente de ingresos y al convencimiento de que en él se encuentran parte de nuestras raíces y, por consiguiente, una parte de la explicación de lo que somos".
Según informa el Centro de Conservación, los lienzos, datados en 1773, habían sido restaurados en los años '90 pero de manera "inadecuada e incompleta". Las obras sufrían daños como una limpieza irregular y en algunos puntos demasiado agresiva, con pérdidas que en algunos casos afectaban al 50 por ciento de la escena y un reentelado mal adherido y un cambio de formato no justificado. Una situación que recomendaba una actuación "urgente" para evitar su pérdida total.
En la restauración actual se ha prescindido de la tela adherida a la trasera del lienzo de San Juan Bautista, ya que era un tratamiento innecesario y estaba creando deformaciones por su mala ejecución.
Una vez solucionados los problemas de soporte, se ha realizado una limpieza de la policromía para eliminar los restos de barniz y la suciedad acumulada y se han estucado todas las pérdidas aplicando con pincel una fina capa de yeso, sobre la que poder completar la escena con acuarela y mediante la técnica del puntillismo, para diferenciar la parte restaurada. Este ha sido el tratamiento más laborioso dada la minuciosidad requerida y la gran cantidad de faltas.
