Tribunales.- Catorce años de prisión para un rumano que acabó con la vida de una compatriota en Miguel Esteban (Toledo)

Actualizado: viernes, 25 mayo 2007 18:47

TOLEDO, 25 May. (EUROPA PRESS) -

La sección segunda de la Audiencia de Toledo ha condenado a 14 años de prisión a Vasile Moloca, de 29 años, ciudadano rumano residente en Miguel Esteban (Toledo), por un delito de asesinato cometido en la persona de su compañera sentimental, de la misma nacionalidad, en este municipio toledano, el 19 de diciembre de 2004.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, Moloca, que resulta absuelto del delito de asesinato que le imputaba la acusación particular, también tendrá que hacer frente a la pena de 18 meses de prisión por un delito de amenazas, y pagar una indemnización de 120.000 euros a los padres de la víctima.

La sentencia absuelve a otro compatriota de los dos anteriores, V.T., de 46 años y también vecino de Miguel Esteban, de un delito de omisión del deber de impedir el delito, al encontrarse durmiendo en la misma vivienda donde ocurrieron los hechos.

Sobre las 18.00 horas del 19 de diciembre de 2004, el acusado, en situación irregular en España y que mantenía una relación sentimental con E.S.E., con la que convivía, volvió al inmueble junto a la mujer tras haber permanecido durante horas con varios compatriotas bebiendo cerveza en cantidad no determinada que, especialmente al acusado, le hacía hallarse bajo los efectos de una leve intoxicación etílica.

Al llegar a la vivienda se inició un enfrentamiento entre ambos, por motivo o causa no aclarada, en el curso del cual Vasile Moloca, con la intención de acabar con su vida, golpeó a la mujer de forma reiterada sirviéndose para ello de distintos objetos, como una silla de estructura metálica y otras de madera, dirigiendo los actos a la cabeza, rostro y tórax de la víctima.

La mujer sufrió múltiples traumatismos en la cabeza y el tórax, así como heridas incisas en el cuello y hematomas a lo largo de los antebrazos y el dorso de los dedos de ambas manos, al intentar protegerse de los golpes propinados por el acusado, falleciendo horas después como consecuencia de un fallo multiorgánico provocado por los múltiples traumatismos sufridos.

Tras ocurrir la agresión, volvió a casa otro compatriota que compartía vivienda con los dos anteriores y al percatarse de la situación demandó ayuda al cuartel de la Guardia Civil. Cuando los agentes ya tenían esposado al acusado éste, dirigiéndose a ese tercera persona le espetó "que a él no le olvidaría" y "que iba a ser el próximo".

Además, cuando ocurrió la agresión, se encontraba en la vivienda, completamente dormido, un tercer hombre, que convivía con los anteriores y que había ingerido también cerveza en las horas previas a su llegada, sin que el ruido provocado por los destrozos y la agresión llegara a despertarle.