Vasco: "Me preocupan las tonterías que veo alrededor del teatro"

Eduardo Vasco
JORDI ROSELL
Actualizado: viernes, 27 julio 2018 9:33

ALMAGRO, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

Uno de los grandes directores de la escena española, Eduardo Vasco, que junto a su compañía Noviembre Teatro triunfa con llenos absolutos en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, reconoce que le preocupa la cantidad de "tonterías" que ve alrededor del teatro en general, el "déficit" de literatura y pensamiento que hay en muchas de las cosas que ve.

No obstante, no quiere mostrarse pesimista y, pese a la afirmación inicial, también quiere poner en valor --durante una entrevista concedida a Europa Press-- que, por otro lado, hay gente joven "que está haciendo cosas maravillosas con la palabra, con el teatro y con los clásicos".

En su opinión, es "muy buena señal" de lo que viene si bien reivindica la importancia de que esa nueva generación que está empezando tenga la posibilidad de entrar en ámbitos más institucionales "para poder demostrar otro tipo de cosas. Ahora mismo, para un chaval joven es muy difícil poder acceder a la profesión, por lo que el camino que se abrió con la Joven Compañía sería bueno abrirlo con otras compañías y otros directores".

Y es que Vasco, que cosechó este jueves una gran ovación en AUREA en Almagro por 'El caballero de Olmedo', es el "padre" de la Joven Compañía que puso en marcha cuando dirigía la Compañía Nacional de Teatro Clásico y que le ha permitido incorporar a actores en sus montajes como a Isabel Rodes y Rafa Ortiz, de la primera promoción.

"Sigo trabajando mucho con ellos y Helena Pimenta, la directora de la CNTC, me invitó este año a participar en la selección de la nueva Joven Compañía cuyo taller selectivo se hizo en junio. Me apetecía mucho participar otra vez en el proyecto y se lo agradezco a Helena porque me siento muy vinculado a esa iniciativa", asegura.

Para el director de escena, la Joven es un "desarrollo lógico de la Compañía Nacional" y, aunque Adolfo Marsillach lo intentó con una especie de escuela que no fructificó demasiado, en este caso prendió rápidamente la mecha.

"Tiene mucho sentido porque, de este modo, lo que estamos haciendo es contagiar nuestro amor y pasión por los clásicos, por el verso y por el teatro barroco a gente muy joven que están recién salidos de las escuelas. Son profesionales noveles que están muy bien dotados porque pasan por una importante selección, y eso garantiza que en el futuro va a haber gente muy preparada interpretando a los clásicos y ofreciéndonos nuevas visiones sobre ellos", matiza.

RESPETO ESCRUPULOSO AL TEXTO

Tras montar cuatro Shakespeare, "porque nos apetecía y porque lo teníamos pendiente después de ocho años montando clásicos españoles en la Compañía Nacional", Noviembre Teatro y Eduardo Vasco vuelven a ganarse el favor del público almagreño apostando por su adorado Lope de Vega.

En esta ocasión --y tras dejarlo en un cajón en su etapa como director de la CNTC porque lo estaba montando una compañía privada-- Vasco propone El caballero de Olmedo en una versión cuya principal característica es el trabajo desde el amor al texto.

"A veces parece un poco demodé si no metes textos de Graham Green o muy modernos o llevas a los personajes a la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, creo que nuestro sello tiene que ver con una teatralidad y un manejo de la palabra, con la música; con propuestas muy frontales y muy sobrias", apunta Vasco, quien agrega que también refleja su amor por Lope y el gusto por contar la historia realzando las cosas importantes "que, en este caso, pasan por el mundo del destino, de lo oculto".

Y es que ésta es una obra que se inicia como una comedia de capa y espada, en la que todo parece que va a ser un juego, pero que poco a poco se va oscureciendo hasta llegar a un sitio muy complicado y convertirse en una tragedia de gran belleza.

Esas son algunas de las características que enamoraron a Vasco de este texto ya que, como reconoce, tuvo una relación temprana con él -en el colegio- que luego retomó cuando estudiaba dirección en la Escuela de Arte Dramático como texto de referencia cuando tuve que hacer una escena.

"Decidí hacerlo con la despedida del Caballero de Olmedo, y ya alcancé el enamoramiento consumado. Es una de estas cosas que uno siempre ha querido hacer y es un placer llevado a cabo".

Y es que si algo caracteriza a Noviembre Teatro y a Eduardo Vasco, o a Eduardo Vasco y a Noviembre Teatro, es que a ellos les nos vincula que hacen algo que no podían hacer en otra parte, "sino que sólo podíamos hacer entre nosotros y con nosotros".

LOPE, APUESTA SEGURA

Por eso, vuelven a apostar por Lope ya que, para Eduardo Vasco, "es el gran dramaturgo de lo humano y de las pasiones" que narra con un verso muy musical, muy humano, muy frontal y muy sencillo, es poco rebuscado y concuerda con la musicalidad que la compañía y su director buscan.

Eduardo Vasco, que la próxima temporada coproduce con la Compañía Nacional de Teatro Clásico la obra 'Entre bobos anda el juego' de Rojas Zorrilla que estrenan en septiembre y ya están ensayando, reconoce que no le ha costado quitarse la "etiqueta" de ex director de la CNTC porque "el teatro es un acto en el que naces prácticamente cada día y el currículum te lo miran muy poquito".

Sin embargo, y cuando la etapa de su sucesora --Helena Pimenta-- está cercana a llegar a su fin, Vasco reconoce a Europa Press que la directora ha hecho una labor muy inteligente y ha ido más allá "de lo que nosotros comenzamos, porque yo casi tuve que reconstruir la Compañía desde cero, con un teatro que estaba en el extrarradio para nosotros los teatreros; con unos niveles de gira bajísimos, un nivel de riesgo muy bajo en la selección de títulos, sin estilo".

Eduardo Vasco hizo esa labor y Pimenta continuó sobre lo que se había hecho montando espectáculos de gran calidad y mucho éxito, inventando también iniciativas como Te doy la palabra con el Instituto Cervantes y desarrollando una etapa muy fructífera en la CNTC en la que, además, ha estabilizado la entrada en el Teatro de la Comedia.

AIRE FESCO DE IGNACIO GARCÍA

Alguien que ha venido casi todos los años durante los últimos 20 años, tiene una visión clara de la evolución del Festival de Almagro, por lo que destaca la buena gestión que hizo Natalia Menéndez saneando el festival y estabilizándolo al convertir el patronato en Fundación, si bien también reconoce que "Ignacio García está trayendo un aire fresco muy vinculado a Latinoamérica, cosa que yo le agradezco también mucho porque creo que es la salida de este mundo de los clásicos".

En su opinión, es un hombre inteligente que va a coger lo mejor de Natalia para desarrollar una gestión que, "según lo que he podido comprobar, está llena de imaginación y van a ser unos años muy buenos para el Festival que va a tener mucha proyección internacional".