MADRID/SEGOVIA, 17 May. (EUROPA PRESS) - Los hechos sucedieron en junio de 2010, cuando Raquel N.R, que junto con su marido era vigilada por ser conocida como vendedora de estupefacientes, envió a su pequeño a entregar a un comprador una bolsita que resultó contener 0,11 gramos de heroína.