ZAMORA, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Zamora potenciará la investigación en el II Plan Municipal de Lucha contra el Sida que podría entrar en vigor el año que viene, según explicó hoy la concejal de Bienestar Social, María José Martínez Velarte.
En este sentido, precisó que la investigación, una de las cuatro líneas estratégicas de actuación que se contemplan en el nuevo plan, se desarrollará en dos estudios diferentes.
El primero de ellos tratará de evaluar la percepción del riesgo en dos segmentos de edad, entre los 13 y los 17 años y entre los 18 y los 70 y, además, se seguirá avanzando en la línea de trabajo iniciada con el primer plan y se estudiarán también los conocimientos y actitudes, pero no entre la población en general, como se ha hecho en el primer plan, sino entre los profesionales sanitarios.
Las otras tres líneas de actuación que se contemplan en el II Plan Municipal de Lucha contra el Sida son la detección, la prevención y la asistencia e intervención.
En este sentido, señaló que desde el Ayuntamiento se apoyará la necesidad de realizar en Zamora la prueba de detección rápida del VIH.
Martínez Velarte señaló que es necesario seguir incidiendo en la prevención, a pesar de que en los dos últimos años se ha conseguido estabilizar el número de nuevas infecciones. De esta manera, el plan prevé la celebración de talleres de concienciación y cursos, tanto para estudiantes como para el público en general.
POTENCIAR LA ASISTENCIA E INTERVENCIÓN
Igualmente, se potenciará la asistencia y la intervención promoviendo la coordinación entre los distintos servicios y, en este capítulo, se abordarán también estrategias para favorecer la inserción laboral de los afectados por la enfermedad.
Martínez Velarte recordó la gestación del primer plan contra el sida, que se elaboró en Zamora en 1999 y en el que se establecen cinco líneas estratégicas diferentes de actuación en torno a la detección, la asistencia a los afectados y familiares, la prevención, la normalización y la investigación.
Además, recordó el estudio realizado hace cuatro años sobre actitudes y conocimientos de la población en torno a la enfermedad, en el que se reflejó que existe una estabilidad entre los ciudadanos. Eso, señaló, tiene una parte buena porque significa que se han conseguido unos conocimientos mínimos, pero tiene también una lectura negativa, porque supone que no se ha mejorado.
Donde sí se ha producido una mejora es en las actitudes de los ciudadanos hacia la enfermedad y también en el interés con el que se aborda. En este sentido, señaló que las mujeres jóvenes y con mayor nivel de estudios han sido las que más han evolucionado, frente a los varones mayores de cuarenta años y con menor formación, cuya percepción y concepción de la enfermedad apenas ha variado en estos años.
