VILLASANA DE MENA (BURGOS), 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Capilla de Santa Ana de Villasana de Mena (Burgos) acoge hasta el próximo día 30 de agosto una selección de obras en madera realizadas por el escultor Carlos Armiño, según informaron a Europa Press fuentes de la organización.
Desde hace algunos años, la que fuera capilla de enterramiento familiar de Don Sancho Ortiz de Matienzo, primer tesorero de la Casa de Contratación de Sevilla, ha sido reconvertida como espacio para exposiciones de autores vinculados de alguna manera con el Valle de Mena o con territorios cercanos a este municipio.
Así, desde 1995, fecha en la que se inauguró la primera exposición que albergaba la capilla con una antología pictórica de Teresa Peña, artista prolífica y de gran valía que residió durante diez años en el valle, por esta singular sala de exposiciones han pasado obras de primer orden, como las del escultor vasco Néstor Basterretxea en 2005 o las muestras de fotografía, pintura y videoarte que el verano pasado dotaron de contenido a este espacio funerario.
Hasta el 30 de agosto, la capilla volverá a abrir sus puertas a los amantes del arte para ofrecer, en esta ocasión, una exposición de esculturas de madera realizadas por Carlos Armiño, escultor oriundo del Valle de Valdivielso y gran conocedor de los paisajes y la naturaleza del norte de la provincia de Burgos, elementos que, en ocasiones, le han servido como fuente de inspiración a la hora de dar forma a sus obras.
Armiño posee una dilatada trayectoria en el mundo de las Bellas Artes. En la década de los 70 se inicia en la pintura, a través de la cual plasma su rico mundo interior en una serie de dibujos y óleos, donde, entre otros temas, recrea los paisajes que le son familiares con una fuerte dosis de surrealismo y poesía.
En 1976 decide vivir en Cereceda, un pequeño pueblo en el norte de la provincia de Burgos. Su intención era conseguir un ambiente propicio para pintar. Allí, poco a poco, de un modo natural, sin rupturas ni estridencias, decide cambiar la pintura por la escultura.
En este pequeño pueblo, rodeado de montañas y primitivos bosques, Carlos encontró el lugar ideal para su trabajo, el lugar en el que a lo largo de casi 20 años realizó una parte importante de su obra y donde consolidó su personal estilo.
En 1995 traslada su domicilio a Cantabria, vive en una antigua casona de labranza, rehabilitada por él, junto a Peñacastillo, en la ciudad de Santander, donde ha instalado su taller de escultura. Desde que cambió la pintura por la escultura Carlos no ha dejado de trabajar, investigando en las formas a través de distintos materiales, alternando sobre todo la madera, su gran pasión, con el hormigón y el hierro.
DENTRO Y FUERA DE ESPAÑA
El escultor ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas dentro y fuera de España. Su obra ha estado presente en galerías de arte, salas de exposiciones, museos, jardines y plazas de lugares como Burgos, Madrid, Santander, Barcelona o Bruselas. Así mismo, ha formado parte e impulsado interesantes experiencias artísticas colectivas como el 'Grupo Trasgo' y 'Balcón Norte', exposición colectiva al aire libre que recorrió buena parte de los municipios del norte de Burgos.
En la exposición de la capilla de Santa Ana de Villasana, Carlos Armiño ha seleccionado veinticinco piezas realizadas en maderas diversas como chopo blanco, caoba, fresno, ciprés, haya o palmera, entre otras. Dentro del elenco de formas que Carlos Armiño ha conseguido arrancar a la madera, destacan las sillas con esa dualidad que caracteriza a toda obra de arte: intencionalidad estética y función práctica.
Los amantes del arte, tal y como advierten los organizadores, no pueden perderse esta muestra en la que el escultor invita al espectador a dejarse llevar por las formas materializadas en madera, a participar, como él mismo dice, en "una escenificación mística del arte contemporáneo".
