Clemente reconoce que se ha tenido que enmendar a sí misma con la remolacha al elegir entre "lo malo y lo peor"

Actualizado: lunes, 11 junio 2012 22:59

VALLADOLID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, ha reconocido este lunes que con la eliminación este año de la línea de ayudas a la remolacha se ha tenido que enmendar a sí misma para encajar en la elaboración del proyecto de presupuestos de su departamento para 2012 en el que ha tenido que elegir entre "lo malo y lo peor", parafraseando al propio presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en la presentación del proyecto de presupuestos regionales para este año.

Clemente, que ha admitido que la Consejería de Agricultura y Ganadería tendrá que rescindir el acuerdo marco suscrito en su día con las empresas azucareras Ebro y Acor y modificar el citado acuerdo, ha asegurado que se ha tomado esa decisión tras meditar con su equipo a qué se podía renunciar en un presupuesto del que no podían desaparecer líneas como la modernización en regadío, campañas en saneamiento ganadero, información reglada, modernización de explotaciones, incorporación de jóvenes o cese anticipado.

"¿A qué podíamos renunciar?", ha reflexionado en voz alta Clemente, que ha justificado "sintiéndolo mucho" una decisión "muy dolorosa" tras un importante esfuerzo de ayuda a los remolacheros en los últimos años de más de 18 millones de euros para salvar un momento crítico en el que "nos jugábamos que las industrias se mantuviesen en Castilla y León".

Dicho esto, ha insistido en su convencimiento de que en estos momentos está en condiciones y "plenamente legitimada" para pedir a las industrias, con especial atención a British Sugar, a pedir ese esfuerzo adicional en línea con lo que hacen las empresas azucareras en países como Reino Unido o Francia y de este modo "pague más por el cultivo". En este sentido, ha recordado que el precio del azúcar en el mundo está por encima de los 700 euros, cuando la referencia es de 404, por lo que los beneficios "son muy grandes".

"Lo voy a hacer y les voy a sentar en la Mesa de la Remolacha y espero recuperar el apoyo que tiene que prestar -en referencia a la multinacional británica que compró Ebro", ha sentenciado.

Clemente ha reconocido a este respecto que la cooperativa Acor paga en torno a 48 euros por tonelada, si bien ha precisado que se trata de una rentabilidad por ser socio.