PALENCIA, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Diputación de Palencia ha empleado once vehículos "a pleno rendimiento" durante todo el pasado fin de semana y más de 350 toneladas de sal en el dispositivo especial para afrontar el temporal Filomena que ha afectado sobre todo a la zona del Cerrato.
Según ha comunicado la institución provincial a través de un comunicado remitido a Europa Press, estos trabajos, desarrollados en cooperación con los medios de otras administraciones públicas, forman parte del dispositivo especial de vialidad invernal que la Diputación de Palencia desde mediados de la semana pasada a raíz de la alerta comunicada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Con el mismo se pusieron en funcionamiento once vehículos, dos tractores y tres camiones quitanieves que ya venían funcionando por la zona norte de la provincia desde las primeras nevadas invernales. A ellos se han sumado tres tractores, un camión, una retroexcavadora y una motoniveladora del parque propio del Servicio de Vías y Obras de la Diputación. Además, se tuvo que solicitar ayuda a los efectivos del parque de Baltanás para resolver algunas incidencias graves en esa zona.
Asimismo, en algunas zonas como en Castrillo de Don Juan se precisó de medios adecuados y especiales para la recuperación de las comunicaciones por carretera, por su ubicación en el extremo sureste de la provincia, en pleno valle del río Esgueva, con las dificultades orográficas que complican el acceso por vías del territorio palentino, al superarse la previsión meteorológica.
Por otra parte, la gran cantidad de nieve caída, seguida de las heladas por las bajísimas temperaturas, ha hecho necesario rescatar hasta cinco máquinas quitanieves y un vehículo de la compañía de aguas Aquona, que fueron remolcados con un camión forestal de Diputación de Palencia para que pudieran continuar prestando su servicio. También se realizaron numerosos rescates de diversos vehículos particulares, tanto pesados como turismos.
Los bomberos demás, han otras labores como retirar la nieve acumulada en aleros, tejados y cubiertas de edificios, por el riesgo de desprendimiento, con peligro para viandantes y vehículos, así como de colapso de estructuras, al aumentar considerablemente el peso de la nieve helada que se acumulaba en ellos y reducirse su velocidad normal de deshielo.
