ÁVILA, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
Más de 3.000 alumnos del Centro de Formación de la Policía Nacional de Ávila han participado en las jornadas de reanimación cardiopulmonar, en colaboración con el Samur de Madrid. El objetivo es que los policías tengan una formación adecuada sobre como practicar un masaje cardiaco para mantener al enfermo hasta que lleguen los servicios sanitarios.
La ventilación, un masaje cardiaco o simplemente aprender a colocar en una posición de seguridad a una persona que tiene pulso pero se encuentra inconsciente puede ser vital no sólo para salvar una vida, sino también para que no sufra secuelas irreversibles.
Se trata de maniobras que, como explicó José Antonio Coedo, profesor de la Escuela de Policía y diplomado en Enfermería, "les van a servir en su trabajo porque casi siempre somos los primeros en llegar y puede suponer un incremento importante en las posibilidades de salvar la vida a cualquier persona que sufra un paro cardiaco en la calle".
Intoxicaciones por drogas o actuaciones en entornos hostiles pueden ser algunos de los ejemplos en los que se ven obligados a actuar, como señaló Coedo, sobre todo en "barrios de zonas marginales donde no hay una afluencia de personal sanitario y nosotros siempre estamos ahí". "La Policía llega con mucha diferencia de tiempo y realizar estas maniobras hasta que puedan llegar los servicios sanitarios va a suponer una posibilidad para esa persona", destacó.
Por su parte, Alicia González, jefe de sección de Organización del Samur, indicó que los Cuerpos de Seguridad "no cuentan con una formación actualizada", cuando "probablemente un policía puede ser una de las primeras personas que se encuentren delante de una persona en una situación crítica".
En este sentido, dijo que "una atención precoz, en los primeros minutos, después de sufrir una parada cardiorrespiratoria puede suponer que la recuperación sea o no exitosa y que no tenga ninguna secuela", porque a partir de los ocho minutos sin respirar "hay secuelas irreversibles".
