VALLADOLID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Fundación del Patrimonio Histórico, que gestiona desde su inicio, en 2001, el aula arqueológica y las visitas al yacimiento rupestre de Siega Verde, cree que su declaración por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad incidirá en un repunte de las visitas.
Según han informado fuentes de la Fundación en un comunicado recogido por Europa Press, en los últimos días, ya se están recibiendo numerosas llamadas de reserva, alentadas por la noticia, para visitar la estación, integrada en la Ruta de las Fortificaciones de Frontera.
Desde el año 2001, 26.463 personas han visitado Siega Verde con la Fundación del Patrimonio Histórico, para ver los grabados prehistóricos, del paleolítico superior, de muy difícil acceso, que se extienden en 94 paneles con más de 500 representaciones, principalmente de caballos, renos, bisontes, y otros bóvidos y cérvidos.
Las representaciones están repartidas a lo largo de los términos de Castillejo de Martín Viejo, Villar de la Yegua y Villar de Argañán, 15 kilómetros aguas debajo de Ciudad Rodrigo, siguiendo el cauce del río Águeda.
La visita guiada comienza en el aula arqueológica y continúa en un recorrido por 14 de los paneles, con dibujos piqueteados o incisos, de modo que los visitantes puedan apreciar las imágenes que, a simple vista podrían pasar inadvertidas.
Durante el mes de agosto, las visitas al aula arqueológica de Siega Verde y el recorrido por los paneles señalados, pueden concertarse, de martes a domingo, en horario de 10.00 a 14.00 horas. El precio de la entrada conjunta es de 4,50 euros y los integrantes de grupos de más de 10 personas, los niños de 5 a 12 años, los mayores de 65 y los titulares de la Tarjeta de Amigos del Patrimonio se benefician de una entrada de coste reducido a 3,50 euros.
El teléfono para recibir información y hacer las reservas es el 902 910 009. Se pueden concertar visitas, incluso los lunes, día de cierre, para grupos de más de 10 personas.
La estación rupestre de siega Verde es, junto con el vecino yacimiento portugués de Foz Coa, según han incidido fuentes de la FPH, "uno de los conjuntos de arte paleolítico al aire libre, más importantes de toda Europa". Los animales representados en los grabados poblaban la meseta durante la última glaciación, aunque, por lo general, sólo dibujaban piezas de caza.
