VALLADOLID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha pedido a los consejeros que forman parte de su Gobierno "coraje" en la defensa de un proyecto de Presupuestos Regionales para el año 2013 que, según ha admitido, no le gusta, ya que hubiera preferido presentar otras cuentas menos austeras y más equilibradas, y tendrá además un "desgaste político" que ha asegurado asumir.
"No podemos rendirnos", ha defendido Juan Vicente Herrera, que ha insistido en que los políticos están para lo que les corresponde, en el sentido de que hay que desgastarse sin pensar en el año 2015 --fecha en la que concluye la presente legislatura--, un ejercicio para el que ha deseado poder presentar otro escenario diferente.
Herrera ha confesado además tener la "conciencia tranquila" de que está haciendo lo que tiene que hacer para sacar a Castilla y León de la crisis y situarla en un nuevo escenario de crecimiento económico y de creación de empleo, a pesar de que para ello tenga que tomar medidas "difíciles, dolorosas e impopulares", si bien ha aclarado que se trata de actuaciones excepcionales para un momento excepcional.
A este respecto, ha hecho un llamamiento a la necesidad de admitir y respetar las críticas de la sociedad. "Admito otras fórmulas pero nos lo tendrían que explicar", ha continuado el jefe del Ejecutivo regional, quien se ha mostrado dispuesto a "debatir", si bien ha pedido que esas otras posibles opciones a este proyecto de presupuestos se basen en la realidad y en el realismo.
El presidente de la Junta ha aprovechado este momento para cuestionar las decisiones gubernamentales que en su día motivaron los mayores presupuestos de Castilla y León --10.585 millones de euros en 2009-- y a los que se ha referido como unas cuentas "falsificadas" o "necesariamente adulteradas" por unas previsiones de entregas a cuenta "erróneas, voluntaristas o falsas".
Herrera se ha presentado además como un "privilegiado" por tener trabajo, por lo que ha insistido en que su "enorme responsabilidad" pasa por la repercusión de la actual situación de crisis --a la que ha llegado a calificar de "tsunami"-- en los parados de Castilla y León.
"POSIBLES, REALISTAS Y DIFÍCILES"
Como ya hiciera hace cinco meses cuando presentó el proyecto de presupuestos de la Junta para el año 2012 --Castilla y León mantuvo los presupuestos de 2011 prorrogados durante más de medio año--, el jefe del Ejecutivo regional ha calificado las cuentas de 2013 de "posibles, realistas y difíciles" consciente, además, de que será un año "muy exigente" por el cumplimiento de las obligaciones de control del déficit (0,7 por ciento del PIB) y de la deuda pública (13 por ciento del PIB).
Por este motivo, ha planteado unos presupuestos "extraordinariamente austeros" y "plenamente ajustados" a las posibilidades reales de ingresos para las arcas regionales, con especial hincapié, además, en que los de 2013 serán los primeros en los que tendrán efecto completo las medidas de incremento de los ingresos y de reducción del gasto.
La "prioridad", ha defendido en todo momento, es el cumplimiento del objetivo del déficit y de la deuda pública del que depende la recuperación económica, un condicionante que, según ha aclarado, no es un capricho o una opción sino "una necesidad" y "una condición exigible e inexcusable".
