Palencia acoge mañana el 'Vía Crucis' y, de madrugada, la Procesión de la Quinta Angustia

Actualizado: martes, 30 marzo 2010 10:58

PALENCIA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Semana Santa palentina celebra mañana las procesiones del 'Vía Crucis' y, de madrugada, de la Quinta Angustia, en una de sus jornadas más intensas.

El primero de los desfiles procesionales, el del 'Vía Crucis', organizado por la Cofradía del Cristo de la Misericordia, partirá a las 20.15 horas de la iglesia de Nuestra Señora de la Calle.

En la procesión desfilan hasta seis pasos, tras ser acortada su duración en los últimos años: el Santísimo Cristo de la Misericordia, obra de Portillo en el siglo XVI; la Virgen de la Piedad, de los Hermanos Martínez en 2004; el Cristo del Otero de San Pablo, de la Escuela Palentina en el siglo XVII; Nuestro Padre Jesús Crucificado, de Alejo de Vahía en el siglo XIV; la Virgen Dolorosa, de Vicente Espinet en 1906, y Nuestra Señora de la Soledad, del siglo XVIII.

Finalizado el Vía Crucis, en la Plaza Mayor se organiza la procesión de vuelta hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Calle y antes de introducir el Santísimo Cristo de la Misericordia en el templo, éste se despide de la Virgen Dolorosa acercándose ambos a un tiempo tres veces.

LA QUINTA ANGUSTIA

Tras el 'Vía Crucis' llega el turno para la Procesión de la Quinta Angustia, que comienza a las 0.30 horas del jueves. Organizada por la Cofradía del Santo Sepulcro, es uno de los desfiles más cortos, pero a su vez más intensos de la Semana Santa palentina.

La procesión comienza con tres toques en la puerta de la capilla de la cofradía, en la calle Lope de Vega, intercalados con el sonido tararú. Cofrades de las diferentes hermandades acompañan entonces a los dos pasos, la Quinta Angustia, de Antonio de Amusco en el siglo XVII, y el Santísimo Cristo del Perdón, de Miguel Ángel Rojo en 2003, hasta la Catedral.

Una vez allí se realiza un acto penitencial en el que los asistentes rezan a las imágenes y se canta a la Virgen una Salve Popular.

Al concluir, el Santísimo Cristo del Perdón es introducido en la Catedral, mientras la Quinta Angustia regresa a la cofradía en un ambiente muy silencioso. Al concluir, se reparte sopa de ajo a los cofrades participantes.