Cerrará la misma tras venderla a General Electric por 16,6 millones de euros BARCELONA, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
La compañía catalana Panrico, dedicada a la fabricación de pan de molde y bollería, ha decidido cerrar su fábrica de Villaverde (Madrid), que emplea a unos 60 trabajadores, tras venderla a la inmobiliaria GE Real Estate Iberia, propiedad de la multinacional estadounidense General Electric, por un importe de 16,6 millones, según informaron hoy a Europa Press fuentes de la compañía.
Las citadas fuentes destacaron que la planta, dedicada a la producción de pan de molde, participa en las ventas totales de Panrico por debajo del 0,5% y que el 80% de su producción va a parar a marca blancas de grandes superficies comerciales.
En este sentido, afirmaron que la fábrica "no es estratégica" y explicaron que su venta forma parte del plan de desinversiones iniciado por Panrico con la salida de sus mercados internacionales. Panrico pertenece al 100% al grupo británico de capital riesgo Apax Partners, cuyo plan estratégico para la compañía alimentaria pasa por su salida a Bolsa.
Asimismo, explicaron que la dirección de la compañía ha explicado a los sindicatos que "no va a haber despidos" y que busca una salida "muy pactada" con las centrales sindicales, con soluciones que pasen por prejubilaciones, recolocaciones y un plan de salidas voluntarias.
La planta de Parnico en Villaverde comparte espacio con un pequeño centro de producción de Dunkin Donuts, que pertenece al 50% a la compañía catalana, en el que trabajan un reducido número de personas. En cuanto a las oficinas, en las que trabajan unos 70 empleados, Panrico las realquilará para poder continuar realizando allí su actividad.
CREDIBILIDAD "EN TELA DE JUICIO".
Por su parte, el secretario general de Comisiones Obreras en Parnico, Pedro Izquierdo, indicó, en declaraciones a Europa Press que la dirección de la compañía se reunirá con los sindicatos el próximo jueves, día 20, para iniciar las pertinentes negociaciones por el cierre de la fábrica.
En este sentido, explicó que una de las soluciones planteadas por la empresa podría ser el traslado de una parte de la plantilla a la fábrica de Panrico en Valladolid. Esta solución ya fue usada en el pasado para los trabajadores de la misma factoría, que llegaron a componer una plantilla de 300 empleados.
Sobre la posibilidad de que haya salidas pactadas para todos los trabajadores, Izquierdo destacó que esto es "lo que siempre se dice" y constató que un posible acuerdo irá en función de las condiciones que proponga la compañía.
Preguntado sobre la posibilidad de que haya nuevas reducciones de personal --extremo descartado por la dirección de Panrico en su última reunión con los sindicatos--, Izquierdo aseguró que la credibilidad de la compañía ha quedado "en tela de juicio", por lo que consideró "difícil" prever futuras medidas.
