Salamanca muestra la trayectoria del escultor aragonés Gargallo desde sus años como aprendiz

Actualizado: martes, 8 mayo 2007 19:33

SALAMANCA, 8 May. (EUROPA PRESS) -

El espacio de exposiciones de Santo Domingo en Salamanca alberga desde hoy y hasta el próximo 17 de junio una exposición inédita de más de un centenar de obras del escultor aragonés Pablo Gargallo que una visión global de la faceta creativa del artista zaragozano desde sus años como aprendiz en el taller del escultor modernista Eusebi Arnau -de 1895 a 1903- hasta su muerte en 1934.

La exposición, que por primera muestra obras que salen del museo que lleva su nombre en Zaragoza y que posteriormente viajará a Santander, La Coruña y Las Palmas de Gran Canaria, recoge algunas de las piezas más representativas de la trayectoria del autor como el retrato "Kiki de Montparnasse" (1928) o "El gran profeta" (1933).

Por su parte, el comisario de la muestra, Rafael Ordóñez, se refirió a que la colección del Museo Pablo Gargallo se ha incrementado en los últimos 22 años con la intención de que "toda la trayectoria del autor estuviese representada".

Estructurada en nueve ámbitos, la muestra se inicia con los años de formación del autor, a partir de 1895 en el taller de Eusebi Arnau y en la escuela de Bellas Artes de Barcelona, una época que está representada a través de dibujos, al tiempo que recoge el primer viaje a París del escultor y de su contacto con los artistas del momento (1902), así como el inicio de su carrera como profesional independiente.

Su ruptura con la tradición aprendida, así como el inicio de una escultura más clasista y personal a partir de la introducción de nuevos materiales como las planchas de cobre, hierro y latón, también está presente en la exposición a través de máscaras que anuncian su renovación formal y volumétrica.

Asimismo, se puede contemplar la denominada 'primera época de cobre', representada por cabezas de chapa metálica y estructura convexa; la etapa 'intermedio del plomo'; del nuevo clasicismo visible en desnudos femeninos de representación clasicista y de la 'segunda época del cobre', en la que todas sus creaciones pasan a ser cóncavas.

La exposición se cierra con una introducción de los trabajos de Gargallo para monumentos públicos a través de las maquetas que presentó para la plaza de Cataluña fechados en 1923 y sus diseños para el Estadio de Montjuic.