S.Sáenz de Santamaría dice que la Pasión propicia el entendimiento frente a diferencias "locales y regionales"

Soraya Sáenz De Santamaría Pronuncia El Pregón De La Semana Santa De Valladolid
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 23 marzo 2012 22:11

La vicepresidenta recalca que para sentir el "desgarro interior" no importa el "lugar del nacimiento, del bautizo ni del enamoramiento"

VALLADOLID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha ensalzado este viernes el papel de la Semana Santa como elemento que propicia el entendimiento entre los españoles frente a las "diferencias personales, locales y regionales".

Sáenz de Santamaría, quien ha pronunciado el pregón de la Semana Santa 2012 en la catedral de la ciudad, ha aseverado durante la lectura que la Semana de Pasión tiene una "virtud colectiva". "Nos ayuda a entendernos como españoles", ha destacado después de reconocer que los españoles pasan "más tiempo" identificando "diferencias personales, locales y regionales "que buscando similitudes".

La vicepresidenta, quien ha repasado algunos de sus recuerdos de infancia en torno a la Semana Santa de Valladolid, su ciudad natal, ha ensalzado además el hecho de que la "España de la celeridad" sea capaz de "ralentizar la vida al ritmo de los tambores y al sonido de las saetas".

Esa España en la que "tantas veces" se hace "un mundo" de cuitas internas "porque nos parece eso más interesante que examinar cómo podemos avanzar juntos", la misma en la que en el "apogeo" de la revolución tecnológica "es capaz de iluminar calles con velas y de pasear en silencio, de paralizarse para reflexionar y reflexionarse", ofrece aún a través de los actos de la Semana Santa la muestra de que la espiritualidad "también es propia del siglo XXI".

En su opinión, la Semana Santa no es exclusiva de las personas practicantes --"tanto el espíritu practicante como el indiferente no tienen más remedio que unirse unos segundos en la admiración y en el sobrecogimiento"-- y, en el caso de la de Valladolid, es ésta precisamente la que "induce a creer".

Las reflexiones de Vagas Llosa y Borges sobre la Semana de Pasión han conducido a Sáenz de Santamaría, en su pregón, hasta la figura de Miguel de Unamuno y el Salmo Tercero, que "transforma en fotografía de esta sociedad nuestra que quiere creer en algo que le alivie y que le haga reflexionar en lo insondable", así como hasta el "desgarro existencial" que tiñe el Salmo Primero del "presuntamente agnóstico" literato.

"Creo que es entendible que para este desagarro interior no importa el lugar del nacimiento, ni del bautizo, ni del enamoramiento, ni tampoco del descubrimiento de la Verdad, ni del sobresalto de la Duda", ha enfatizado.

RECUPERAR VALORES.

Soraya Sáenz de Santamaría ha parafraseado, en su alocución, al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, quien recientemente consideró que España padece una "crisis de valores y de incertidumbre" y que la Semana Santa tiene "grandes dosis de esperanza y mucho de valores superiores".

En su opinión, es "conveniente" ir al encuentro de "valores" como honradez, solidaridad, amistad, fidelidad o respeto que la Semana Santa representa y que, en casos como la solidaridad, adquieren especial relevancia en épocas de crisis como la actual.

"Los políticos de todo color somos conscientes de que si nuestros conciudadanos no tuvieran arraigado como mérito el valor de la solidaridad y de la ayuda al prójimo, la actual situación de crisis en la que vivimos sería más terrible para miles de personas", ha aseverado.

La estadística les permite saber, además, que si no existiera la familia en una coyuntura como la actual el Estado "se vería incapaz de prestar los servicios que se demandarían". "Ni el Siglo XXI puede estar reñido con la raigambre de nuestra noción de un comportamiento íntegro, como tampoco la evolución de la sociedad puede verse sin las enseñanzas de los evangelios".

RECUERDOS DE LA INFANCIA

Con el tradicional 'Querido pueblo fiel' con el que se convoca a los fieles al Sermón de las Siete Palabras en Viernes Santo, la vicepresidenta del Gobierno ha iniciado un pregón que ha tenido como primeros protagonistas a los recuerdos de su infancia, el de los pasos "desfilando recortados sobre esa formidable fachada de gótico isabelino de la Iglesia de San Pablo".

Su primer recuerdo de la Semana Santa, plasmado precisamente en la fotografía de Chema Concellón que ilustra el cartel de la Pasión de este año --"al verlo me busqué entre esos chavales sentados en la acera a los que las horas de espera cansan las piernas, pero no rebajan ni la excitación ni la impaciencia"--, gira en torno a las obras de arte pero también a las calles y al clima.

"El encanto de la Semana Santa para los que somos de por aquí es que nos reúne a todos en un lugar indefinido, en el que suenan de fondo unas trompetas de llave y unas baquetas de madera redoblando sobre parches de tambor", ha manifestado antes de resaltar que el "rugir de las cornetas" se conserva en la memoria colectiva.

Sus carreras para ver, en la Vera Cruz, la procesión de la Borriquilla en Domingo de Ramos, los calcetines de perlé estrenados, la palma de Elche "que envejecía en la barandilla del balcón hasta la llegada del verano", el recorrido por las siete iglesias en Jueves Santo y el miedo a los capuchones --"es un recuerdo colectivo que te define para toda la vida"-- han vuelto a su memoria "gracias" a su elección como pregonera.

EL "ALMA" DE LAS IMÁGENES

Bajo la premisa de que la Semana Santa es "algo muy español" y que, pese al paso del tiempo, "parece muy difícil" que nada "amenace" la conmemoración de la muerte de Cristo, Sáenz de Santamaría ha tenido un recuerdo para las celebraciones del resto de España --17 declaradas de Interés Turístico Internacional y 41 Nacional-- que, matizó, congregan a más público "que los equipos de fútbol".

"Llevamos unas generaciones en que le hemos dado la espalda a nuestra Historia, pero, de repente, las distintas Semanasantas nos trasladan con orgullo a tiempos pretéritos de los que a veces subrayamos las miserias, olvidándonos de muchas grandezas", ha enfatizado tras reconocer que las personas que se acerquen a estas celebraciones no se encontrarán con un "parque temático" sino con "lo mejor" de los españoles.

La Semana Santa, "dolor cincelado en madera" y no "un álbum de fotos de recuerdo", presenta, en el caso de las imágenes que procesionan en Valladolid, una característica: que tienen alma. "De lo contrario, sería imposible que transmitieran tanto encanto sobrenatural, tanta emoción a quienes estamos habituados a ver películas, a asistir a espectáculos, a congregarnos junto a miles de personas en actos multitudinarios".

Los versos del Pregón de las Siete Palabras de Félix Antonio González y la imaginería de Gregorio Fernández, Juan de Junio y Pompeo Leoni, "vallisoletanos" nacidos en Galicia, Francia e Italia, ha llevado a la vicepresidenta a su hijo Iván, "un nuevo vallisoletano nacido en Madrid" a quien deberá de acercar a la Semana Santa de Valladolid.

"Que se confunda con el paisaje, se imbuya de los olores de la recién estrenada primavera, de los sonidos de las cornetas y se extasíe, como todos nosotros, con la belleza sobrecogedora de las imágenes", ha deseado Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha trasladado su agradecimiento al alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, al presidente de la Junta de Cofradías, José Miguel Román, y a todas las personas que de manera "desprendida" hacen posibles estas celebraciones --"desde la Vicepresidencia del Gobierno no podría organizarse una cosa así"--.

"La Semana Santa de Valladolid lleva más de 500 años uniendo arte y emoción, creencias y sensaciones. Esta es nuestra grandeza: que seguimos trabajando imparablemente para conservar una antigua tradición encajándola perfectamente con la modernidad de esta ciudad del siglo XXI".