ZAMORA, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
El precandidato a la Secretaría General del PSOE en Castilla y León Julio Villarrubia se ha mostrado convencido de que su partido va a ser un "ejemplo de debate, democracia y participación interna" en este proceso para dirigir el partido en la región, algo que les permitirá recuperar la confianza de los ciudadanos.
En una comparecencia ante los medios de comunicación en Zamora, Villarrubia ha dado su palabra de que en este proceso de recogida de avales para dirigir el PSOE en Castilla y León no va a haber ninguna descalificación ni disputa entre los dos candidatos al cargo, y cree que el 5 de octubre "gane quien gane" habrá un partido "fuerte y sólido" con el único fin de recuperar la confianza de los ciudadanos.
Ha sido uno de los mensajes que Villarrubia ha lanzado ante militantes del PSOE en Zamora, con los que ha mantenido un encuentro y en el que también ha aprovechado para "hablar y escuchar" a sus compañeros de partido.
En este sentido, el candidato ha subrayado que el PSOE es el partido que en España "y a lo largo del tiempo" ha tenido "una mayor democracia y participación interna".
"Se ha elegido al secretario federal en voto individual, libre, directo y secreto y ahora se está en proceso para la elección del secretario autonómico", ha recordado.
Villarrubia se ha referido también a varios aspectos de su hoja de ruta y en materia interna ha abogado porque todos los alcaldes y concejales del PSOE, aunque no sean militantes, puedan participar en la actividad orgánica y en las decisiones más importantes del partido.
"Alguien que pone su cara, su nombre, su trabajo y esfuerzo no puede estar ajeno a las cosas que le afectan y a las decisiones" ha resaltado, al tiempo que ha apostado por aumentar la participación y democracia interna para conectar mejor con sociedad. Asimismo, ha querido escuchar las ideas y propuestas de los militantes para gobernar Castilla y León.
Por último, tampoco ha faltado el debate sobre la despoblación y cómo afecta a la región y al desempleo, que en Zamora atañe a 18.000 personas de las que el 54 por ciento no recibe ningún tipo de prestación.
