El Gobierno de Andorra instala una bomba de agua para estabilizar la zona afectada por el desprendimiento

Técnicos y cuerpos especiales controlan la zona afectada por el desprendimiento, en la Carretera General 1.
Técnicos y cuerpos especiales controlan la zona afectada por el desprendimiento, en la Carretera General 1. - GOBIERNO DE ANDORRA
Publicado: miércoles, 21 agosto 2019 11:17

SANT JULI DE LRIA (ANDORRA), 21 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Andorra ha instalado este miércoles una bomba de agua para drenar la cubeta ubicada en la parte baja del desprendimiento que tuvo lugar en la carretera general 1 (CG1) el sábado 10 de agosto, y dotar así de más estabilidad la zona.

Según informa el Ejecutivo en un comunicado, el aparato de drenaje permitirá extraer el volumen de agua acumulado, también después del destacado episodio de precipitaciones de este lunes.

La acumulación de agua pluvial, asegura el Gobierno, ha actuado de manera positiva en la zona del desprendimiento ya que ha "incentivado la purga natural de la montaña".

Para controlar que no haya nuevas incidencias, técnicos de Ordenamiento Territorial del Gobierno, geólogos, bomberos, policía, el Área de Conservación y Explotación de Carreteras, Protección Civil, la Cruz Roja y el Servicio de Circulación de Sant Juli de Lria, siguen desplazados en la zona.

Además, y para que la vigilancia sea permanente, el Gobierno ha instalado un sistema topográfico de precisión que permite auscultar el terreno a nivel geológico y hacer un seguimiento exhaustivo para poder detectar posibles nuevos desprendimientos.

Los informes técnicos y geológicos realizados confirman que pueden repetirse movimientos de purga en la montaña, y de hecho ya se vivió un episodio de estas características el pasado sábado.

No llegó a la carretera pero sí que levantó polvo y dificultó momentáneamente la visibilidad a los conductores.

El tráfico de vehículos en la CG1, que es la de entrada y salida de Andorra por España, está restablecido totalmente desde hace una semana, aunque la policía sigue presente en la zona para asistir a los conductores y cortar el tráfico si fuera necesario.

En cualquier caso, asegura el Gobierno, los cortes serían puntuales y se alargarían "únicamente hasta que se restablezcan las condiciones adecuadas de visibilidad".

El desprendimiento del sábado 10 de agosto, que sucedió alrededor de las seis de la mañana, obligó a cortar el tráfico en los dos sentidos de la marcha durante seis horas y afectó el centro comercial E. Leclerc Punt de Trobada, que tuvo que cerrar puertas durante unos días.

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