Antecedentes cardiovasculares en familiares, más riesgo de aborto

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Foto: HEIKENWAELDER HUGO
Actualizado: lunes, 1 septiembre 2014 19:37
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MADRID/BARCELONA, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las familias en las cuales existe una carga de enfermedades cardiovasculares podrían también tener una predisposición a los abortos y pérdidas fetales.

   Así lo refleja un estudio presentado este lunes en el marco del ESC Congress 2014, que se celebra en el recinto Gran Via de Fira de Barcelona.

   Concretamente, el estudio realizado por el Departamento de Epidemiología de Copenhague (Dinamarca) y el Rigshospitalet-Copenhagen University Hospital, entre otros centros investigadores daneses, muestra que las hijas de padres con enfermedad cardiovascular subyacente tienen más riesgo de perder un hijo durante el embarazo.

   Los expertos identificaron las mujeres que padecieron uno o más episodios de aborto espontáneo o pérdidas fetales entre los años 1977 y 2008 y a sus padres.

  "Este trabajo sugiere que podría existir un mecanismo común para algunos tipos de abortos espontáneos y/o pérdidas fetales; de esta forma las familias en las cuales existe una predisposición hacia las enfermedades cardiovasculares podrían tener también un mayor riesgo de abortos espontáneos y/o pérdidas fetales", ha señalado durante la rueda de prensa el doctor Alessandro Sionis, director de la Unidad de Cuidados Intensivos Cardiológicos del Servicio de Cardiología del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona.

   Los investigadores realizaron un seguimiento retrospectivo de los padres, en total más de un millón, sobre los que observaron si a lo largo de los años habían sufrido un infarto o un accidente cerebral (ictus).

   En concreto, y según los datos analizados, los resultados mostraron cómo los padres cuyas hijas habían tenido un hijo muerto al nacer poseían un 14% más de riesgo de infarto de miocardio y un 7% más de riesgo de ictus.

   Así, parece existir una asociación entre la enfermedad cardiovascular y un mayor riesgo de aborto, pero en este sentido el Dr. Sionis destaca que, "evidentemente, habrá que confirmarse más adelante con la realización de otros estudios".

LA MUJERES INFARTADAS MUEREN MÁS

   Otro estudio también presentado en el Congreso muestra que las mujeres infartadas mueren más que los hombres porque tienen mayor edad y tienen más comorbilidades.

   Según un estudio El Hopital Universitario de Turku en Finlandia, existe una percepción errónea de que las mujeres padecen menos infartos.

   "Esta idea se debe a que la mujer está más protegida durante su edad fértil, sin embargo a partir de la menopausia la incidencia del infarto se va igualando progresivamente en ambos sexos y a medida que avanza la edad el riesgo se iguala", explican.

   Varios los estudios que han evidenciado una mayor letalidad del infarto en la mujer. Para comprobarlo y analizar las posibles causas, esta mañana se han presentado los datos de un estudio  poblacional finlandés realizado sobre casi 30.000 pacientes infartados. Los datos verificaron que, efectivamente, las mujeres presentan una mortalidad hospitalaria más alta que la de los hombres.

   Para evaluar las causas que ocasionan esta mayor mortandad, los expertos ajustaron los datos con otros factores de riesgo cardiovascular y vieron como esta mortalidad estaba asociada principalmente a la edad (ya que normalmente las mujeres cuando sufren el infarto son más mayores) y a otras comorbilidades ligadas a ésta.

   "Estos datos nos revelan que, por tanto, ya no es significativa la diferencia de la mortalidad entre hombres y mujeres. El hecho de ser mujer no confiere tener una mayor mortalidad, sino que las mujeres fallecen más porque cuando padecen el infarto son más mayores y tienen más comorbilidades",  ha señalado Sionis.

   Otro dato interesante que arroja el estudio es que la mortalidad por infarto aumenta un 36% por cada cinco años más de vida y que, por ello, la edad es la variable que más influye en la mortalidad.

   En la misma línea, Sionis ha presentado los datos de otro trabajo realizado por otro grupo de investigadores daneses que, después de elaborar un seguimiento a casi 2.000 pacientes (31% mujeres) que habían sufrido una muerte súbita, observaron que en comparación con los hombres, las mujeres presentaban una mayor mortalidad porque tenían mayor edad y por otras circunstancias asociadas al lugar dónde ocurría la parada cardiaca.

   En su opinión, "las mujeres murieron más por parada cardiaca, en primer lugar, porque éstas eran más mayores que los hombres, con lo que a mayor edad mayor es el daño neurológico producido y más fácil es que se produzca la muerte".

   Además, "porque la mayoría (78%) de las mujeres sufrieron la parada cardiaca en su domicilio, por lo que hubo menos probabilidades de que otra persona pudiera presenciar el evento y realizarle, así, la reanimación cardiopulmonar".

   El trabajo constató que, "debido al tiempo transcurrido hasta que recibieron atención hospitalaria, un 63% de las mujeres presentaron ritmo no desfibrilable, con lo que fue mucho más difícil reanudar el ritmo cardiaco".

   Esta investigación demuestra, una vez más, la importancia de actuar cuanto antes ante una parada cardiorrespiratoria ya que, por cada minuto transcurrido se reducen un 10% las probabilidades de sobrevivir. A partir del cuarto minuto de parada ya empieza a haber lesión neurológica y tras el sexto minuto las probabilidades de recuperación de reducen a la mitad.