TARRAGONA, 25 May. (EUROPA PRESS) -
El primer secretario del PSC, José Montilla, reclamó hoy a CiU que, "por dignidad y coherencia, exija al PP la retirada del recurso al Estatut como condición previa a cualquier pacto municipal, también en Tarragona, o en un hipotético Gobierno de España".
En el mitin final de campaña del PSC en Tarragona, Montilla cargó contra CiU, de la que dijo que "dicen mirar hacia todos lados, pero la verdad yo les veo un poco bizcos". "Exactamente, hacia la derecha", apostilló.
Reprochando a la federación nacionalista que "no reniegue" de la oferta del PP para pactar, Montilla apuntó irónicamente que, esta vez, "no sé si deberán cambiar de hotel", en alusión al pacto del Majestic, "y hacerlo a escondidas en una pensión, pero lo que es seguro es que CiU tendrá que despedir a su notario".
El también presidente de la Generalitat acusó a CiU de "menospreciar" e "ignorar" a los ayuntamientos cuando estaba en el Govern y puso en duda la "credibilidad" del municipalismo de la federación nacionalista, a la que dijo ver "aferrada a los resultados de estas elecciones" locales por las "urgencias que le generan las tensiones internas".
Así, consideró que no es "creíble" la defensa que CiU reivindica del "autogobierno catalán desde los gobiernos locales", pero aseguró que le gusta "escuchar esta ferviente conversión al municipalismo después de tantos años de querer ignorarlos y de menospreciar a los ayuntamientos".
"A CIU NUNCA LE HAN IMPORTADO LOS MUNICIPIOS".
"El problema de CiU es que nunca le ha importado mucho los ayuntamientos. Cuando gobernaban en la Generalitat, la prepotencia era su actitud habitual hacia los ayuntamientos. Los Gobiernos locales eran un obstáculo en el ejercicio de su poder. De hecho, ignoraban incluso los ayuntamientos donde gobernaban. Los sabéis muy bien aquí en Tarragona", aseveró.
Según Montilla, CiU pretende hacer de los gobiernos locales "sólo un instrumento de sus futuras batallas políticas contra el Gobierno de Catalunya". El dirigente socialista consideró que los convergentes "llegan demasiado tarde" al municipalismo, en unas elecciones que "por primera vez ven como prioritarias".
El presidente catalán acusó a CiU de haberse instalado "en la gesticulación y la grandilocuencia" y de haber "perdido centralidad política", y les recomendó que, "si de verdad quieren defender el autogobierno de Catalunya y nuestras instituciones, han de empezar por respetarlas y apoyar al Govern en las cuestiones fundamentales".
Montilla también tuvo palabras de crítica hacia el PP, por centrar "su combate en el enfrentamiento permanente, la provocación, la demagogia y la crispación". Reprochó a los populares que "quieran recuperar el Gobierno de España o de cualquier autonomía a cualquier precio, sin importarles lo que hacen y dicen" para ello, porque "todo vale para el PP", una actitud que vio "negativa y nociva para la salud de nuestro sistema democrático".
"RESPUESTA DE LOS CATALANES AL PP".
El presidente catalán acusó al PP de haber "puesto en peligro la concordia de los pueblos de España" e instó a los votantes a "hacerles saber la respuesta de los catalanes a sus insultos y sus mentiras".
Montilla escogió para realizar su mitin final de campaña la ciudad de Tarragona, una plaza clave en las elecciones de este domingo porque, por primera vez en casi dos décadas, el PSC tiene opciones más que probables de conquistar este ayuntamiento, tras la salida del histórico alcalde de CiU, Joan Miquel Nadal, y el descalabro del gobierno municipal CiU-PP en los últimos meses de mandato.
Ante unos 700 militantes y simpatizantes del PSC en el Tinglado 1 del Moll de Costa de Tarragona, Montilla dio su apoyo al alcaldable socialista en la capital tarraconense, José Félix Ballesteros, al que las encuestas le otorgan la victoria en esta contienda y del que Montilla se mostró convencido de que finalmente "unirá su nombre a la larga lista de alcaldes socialistas" en Catalunya.
Montilla proclamó la "encrucijada histórica" en la que se encuentra Tarragona, cuando los socialistas "podemos ganar" y defendió el programa de Ballesteros para esta ciudad porque "no defiende un tarragonismo vacuno, retórico, melancólico, sino un 'tarragonismo' activo, afirmativo y cercano".
