L'HOSPITALET DE LLOBREGAT (BARCELONA), 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un 3,5% de los pacientes que trata la Unidad de Juego Patológico del Hospital de Bellvitge corresponden a personas adictas a las nuevas tecnologías. Estos pacientes presentan unos rasgos comunes con el resto de adicciones como el intento de regular sentimientos de frustración o de tristeza a través del juego o la dificultad para fijarse unos objetivos vitales.
La Unidad de Juego Patológico de Bellvitge ha realizado un estudio sobre el perfil psicopatológico y de personalidad de los adictos a las nuevas tecnologías --videojuegos en línea, otras aplicaciones de internet y teléfonos móviles--, una problemática que está creciendo en los últimos años. El estudio compara el perfil de 962 jugadores patológicos de máquinas tragaperras con el de 100 adictos a las nuevas tecnologías.
El perfil de ambos grupos clínicos fue similar, a excepción de "los niveles más elevados de impulsividad y de búsqueda de sensaciones que se detectó en el grupo de jugadores, tanto de máquinas tragaperras como de apuestas online de casinos o de competiciones deportivas", según Susana Jiménez, jefa de la Unidad de Juego Patológico de Bellvitge.
El estudio también denota que hay unas conductas "muy similares" entre todas las personas que sufren una adicción, tanto a una sustancia como a una tecnología o a un juego.
"Dedican cada vez más tiempo a su conducta, lo que les comporta una serie de problemas y de alteraciones en su vida, pero mantienen su conducta a pesar de las consecuencias negativas", afirma la doctora Jiménez, "y además hay un intento de regular estados emocionales negativos como sentimientos de insatisfacción, frustración, tristeza Y ansiedad utilizan la adicción para escapar de los problemas emocionales".
Cada año, la Unidad de Juego Patológico de Bellvitge recibe unas 400 nuevas visitas, de las que el 3,5% corresponde a adicción a nuevas tecnologías.
A diferencia de los adictos a juegos tradicionales como el bingo o las máquinas tragaperras, estos pacientes "llegan con una menor conciencia de que tienen un problema, aseguran que su conducta es comparable a la de otras personas, sin darse cuenta de que abandonan el tiempo que dedicaban a otras ocupaciones".
La mayoría de los adictos a nuevas tecnologías son jóvenes y la falta de conciencia de su problemática "dificulta el tratamiento y la obtención de buenos resultados", según Susana Jiménez.
