Los encargados del texto defienden suprimir los partidos judiciales y buscar más especialización
BARCELONA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La abogacía catalana está "inquieta" ante los proyectos de la Ley Orgánica del Poder Judicial y de la Ley de Planta y Demarcación impulsados por el Gobierno Central de Mariano Rajoy y que, entre otros cambios, implicaría la supresión de los actuales partidos judiciales y la centralización de los juzgados en las capitales de provincia.
La postura de los abogados catalanes quedó reflejada el martes en un debate organizado por el Colegio de Abogados de Barcelona (Icab), en el que participaron también el propio presidente de la comisión institucional para elaborar un borrador de texto articulado de Ley Orgánica del Poder Judicial, Luis María Díez-Picazo, y el de la comisión para el texto articulado de la Ley de Planta y Demarcación, Antonio Dorado.
Frente a la opinión de Díez-Picazo y Dorado que calificaron de "inevitable" la desaparición de lo actuales partidos judiciales --y lo justificaron para buscar mayor especialización en los futuros tribunales de planta, que se situarían en las capitales de provincia--, el presidente del Consell de la Abogacía Catalana, Miquel Sàmper, mostró sus discrepancias con el proyecto.
"¿No se pretenderá buscar un efecto disuasorio?", se preguntó Sàmper, sobre la constatación de que la reforma implicará que los ciudadanos tendrán que recorrer mayores distancias para desplazarse a los juzgados, y lo ha comparado a la ley de tasas judiciales que, en su opinión, pone trabas al acceso a la justicia al establecer el pago para determinados recursos.
También mostró sus reservas ante la reforma el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), Miguel Ángel Gimeno, que considera que los ciudadanos no pueden percibir que tienen "tan lejos la justicia".
Sin embargo, Dorado y Díez-Picazo defendieron la desaparición de los actuales partidos judiciales en favor de una mayor especialización de los futuros tribunales de instancia.
HAY QUE ELEGIR
"El partido judicial no tiene sentido si lo contraponemos a un tribunal de instancia", insistió Dorado, que defendió que no pasa nada si se alejan físicamente los juzgados de los ciudadanos si eso se traduce en mayor especialización, pues las personas pocas veces a lo largo de su vida tienen que acudir a los juzgados.
Díez-Picazo añadió que los partidos judiciales están condenados a muerte, según sus palabras, en aras de una mayor especialización ya que no hay recursos para emprender acciones en las dos direcciones: "No se pueden elegir las dos cosas", sentenció.
