El acusado de estrangular a su mujer con un cargador de móvil reconoce que fue "por accidente"

Actualizado: miércoles, 9 diciembre 2009 17:08

BARCELONA, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -

El acusado de estrangular a su mujer con un cargador de móvil se derrumbó hoy ante el jurado popular y reconoció que mató a su mujer durante una discusión, aunque fue "un accidente", ya que al cogerla del cuello para impedir que se subiera al coche, la estranguló con un collar.

Según el escrito de la Fiscalía, la mañana del 7 de septiembre de 2007, Gerard C.C. abordó de improvisto a su mujer en el garaje del domicilio, en la calle La Fàbrica de Partes del Vallés, y la estranguló con el cable del cargador de un móvil sin que ella pudiera oponer ninguna resistencia.

Según relató Gerard C.C. en el juicio iniciado hoy en la Audiencia de Barcelona, la pareja discutió en el domicilio por un tema del cuidado de la hija de ambos, que en ese momento tenía siete meses. El acusado salió de su casa para llevar a la niña con su cuñado y se encontró con su mujer, Jennifer C.L., que había salido previamente para ir a trabajar, en el aparcamiento.

Tras iniciar una discusión, la víctima intentó subirse en repetidas ocasiones a su vehículo para no llegar tarde y, en una de ellas, cuando dio la espalda a su marido, éste quiso impedírselo cogiéndola por el cuello y la estranguló "por accidente" con el collar.

El acusado asegura que su mujer "se desplomó" y él pensó que "se había desmayado" y se dirigió a su vehículo. Al ver que no se movía, decidió arrastrarla hasta el vestíbulo para esconderla, junto con sus objetos personales. Únicamente se llevó el móvil de la víctima y el collar.

Poco después, Gerard C.C. se mandó un mensaje de texto desde el móvil de la víctima al suyo, arronjándolo después a un contenedor de basura junto al collar. Tras llevar a la niña a casa de su cuñada, se fue a tomar un café con su cuñado y a hacer unas reparaciones en el bar de sus suegros.

Ante la insistentes llamadas de los compañeros de trabajo de Jennifer C.L., el acusado, delante de su cuñado, llamó al móvil de su mujer --aunque él mismo lo había tirado-- para ver qué le pasaba. Incluso cuando se dirigió a los Mossos, el acusado manifestó su preocupación por si había tenido un accidente de tráfico.

Gerard C.C., que pidió hoy disculpas a la familia de la víctima, aseguró que nunca antes había pegado a su mujer y que el día de los hechos "estaba muy nervioso". Durante la discusión, aseguró, ella le había dicho que "no se preocupara por la niña porque no era suya". Además defendió que todos los actos que realizó con posterioridad a la muerte de su esposa fueron fruto del desconcierto.

La Fiscalía solicita una pena de 20 años de prisión por un asesinato con alevosía, con el agravante de parentesco, además de una indemnización para la hija de ambos de 150.000 euros, así como un total de 200.000 euros para la madre y hermana de la víctima. La acusación particular pide 25 años de prisión por considerar también el agravante de abuso de confianza y de superioridad.