LLEIDA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
La asociación empresarial de fruta de Catalunya Afrucat, con sede en Lleida, está negociando la posibilidad de utilizar autobuses escolares para llevar a trabajadores al campo o a las centrales frutícolas, para cumplir las exigencias del estado de alarma para frenar el contagio del coronavirus.
La entidad ha asegurado en un comunicado que está trabajando con la Delegación del Govern, la Subdelegación del Gobierno, la Conselleria de Educación de la Generalitat y los consejos comarcales para conseguir la cesión del servicio de autocares.
Afrucat sostiene que estos autocares permitirían la movilidad de todo el personal de las empresas frutícolas, al campo o a las centrales, ya que los trabajadores del campo suelen desplazarse conjuntamente, "ya sea por falta de permisos de conducir, ya sea por la no disponibilidad de vehículo propio".
La legislación marca que las personas que se desplacen hasta el lugar de trabajo en el ámbito agroalimentario en coches particulares pueden ser dos y para el resto de vehículos, furgonetas o minibuses, sólo pueden ocupar 1/3 de su capacidad.
Afrucat ha creado una bolsa de trabajo para gestionar las solicitudes que recibe para trabajar en la campaña de la fruta por la respuesta que está recibiendo desde la semana pasada cuando alertó de la previsión de falta de mano de obra para trabajar en la próxima campaña de la fruta debido a las consecuencias del Covid-19.
El director general de Afrucat, Manel Simon, ha señalado que la entidad ha creado una base de datos de acceso restringido a sus asociados que ha abierto a las empresas de colocación, que gestionan habitualmente la búsqueda de trabajadores para las labores del campo.
La entidad, según Simon, está recibiendo diferentes tipos de perfiles para trabajar, entre los que también hay gente en situación irregular.
"La regularización de estos perfiles permitiría disponer de los entre 35.000-40.000 trabajadores extra que necesitamos para la próxima campaña sin infringir las restricciones de movilidad de trabajadores entre países", ha asegurado el director general de Afrucat.
"Estamos en una situación de máxima alerta que puede afectar a la cosecha de la cereza que empieza en dos semanas y compromete toda la fruta de hueso", ha afirmado Simon.
