ALBONS (GIRONA), 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un agricultor de Albons (Girona) quemó hoy su cosecha de maíz, de unos 4.000 kilos, para reivindicar que la coexistencia entre los conreos ecológicos y convencionales con los transgénicos no es posible.
Enric Navarro se enteró el pasado diciembre a través de un análisis del Consell Català de Producció Agrària Ecològica que su cosecha de maíz ecológico estaba contaminada por granos transgénicos en un 12,6% del total, la máxima concentración hallada en casos de contaminación, según las organizaciones naturalistas que le apoyan y el sindicato Unió de Pagesos (UP).
Ante esta circunstancia y que no podía comercializar su producto como ecológico, decidió destruir la cosecha, lo que le comportará unas pérdidas de entre 2.500 y 3.000 euros.
La procedencia del grano contaminado tiene dos hipótesis: de campos transgénicos de alrededor o que se encuentran a kilómetros de distancia --factible porque el Alt Empordà es una comarca de mucho viento-- o, menos probable, porque hubiera granos modificados genéticamente entre los que compró como ecológicos.
Con la quema, Navarro y los colectivos reivindicaron también el fin de los cultivos transgénicos porque "la coexistencia con los cultivos tradicionales no es posible". Además, criticaron el Decreto de Coexistencia que quiere dictar la Generalitat según el cual, la distancia mínima de seguridad entre cultivos transgénicos y tradicionales o ecológicos debe ser de, por lo menos, 50 metros. "El campo de maíz más cerca del mío se encuentra a 70 metros, lo que ya demuestra que el decreto es erróneo", manifestó Navarro.
Según UP, en Catalunya había en 2005 unas 17.000 hectáreas de cosechas transgénicas.
