(Ampl.) El pastelero de Torroella (Girona) deberá indemnizar con 230.000 euros a los intoxicados por cocas de Sant Joan

Actualizado: jueves, 21 febrero 2008 19:42

GIRONA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de La Bisbal d'Empordà (Girona) ha condenado al propietario de una pastelería de Torroella de Montgrí a indemnizar con 231.212,47 euros a 394 clientes intoxicados por comer cocas de Sant Joan en 2002.

El juez también multa con 900 euros al hombre, Josep Gusó, por 400 faltas de lesiones por imprudencia leve y le absuelve de las otras faltas de imprudencia grave. En total 1.435 personas sufrieron algún tipo de molestia intestinal por comer las cocas en mal estado.

Al contrario, no ha resultado probado que el coste de los servicios asistenciales prestados por los distintos hospitales y Centros de Atención Primaria a los que acudieron los perjudicados fueran facturados o cargados al Institut Català de la Salut (ICS). Por ello, se desestima la reclamación de una indemnización por parte del ICS.

La Fiscalía pedía para Gusó una multa de 2,7 millones y una indemnización de entre 46 y 100 euros por día de enfermedad para cada afectado que no ha renunciado a la indemnización, otra de 1.000 euros por las secuelas y entre 1.000 y 2.000 euros por los daños morales, dependiendo de si tuvieron que ser ingresados o no en el hospital. Para el SCS, cuantificó la compensación económica en 22 euros diarios por cada afectado que fue atendido en la red sanitaria pública.

El propietario de la pastelería Can Gusó admitió ante el juez que "no fue correcto" el proceso de elaboración de las cocas y reconoció que la crema de las cocas de Sant Joan se elaboró en un almacén fuera del obrador, ya que la temperatura del local era demasiado elevada a causa de la gran demanda de típico pastel que se consume en esta festividad catalana.

El propietario de la pastelería explicó que esta decisión la tomaron "de por sí" sus trabajadores sin consultarle si le parecía bien, y que él se enteró a la mañana siguiente. "Hacer la crema allí arriba no fue correcto", dijo.

Durante su declaración, Josep Gusó añadió que su familia se enteró de la intoxicación a través de su hermana. Ésta le explicó que había recibido la llamada de un cliente para decirle que el día 24 de junio había comprado en la pastelería una coca de Sant Joan en mal estado y que le había sentado mal.

El cliente también le dijo que había más gente afectada en el ambulatorio y fue en aquel momento, tras recibir la visita del concejal de Salud del Ayuntamiento de Torroella de Montgrí, cuando decidió retirar de la venta las cocas que se habían elaborado el 23 de junio.

AFECTADOS EN TODA ESPAÑA.

Entre los perjudicados había vecinos de Torroella de Montgrí, pero también de otras 70 poblaciones cercanas, de Barcelona, de Baleares, de Cáceres, de A Coruña y de doce provincias más. Los turistas no se libraron de la salmonelosis y hubo afectados de hasta nueve nacionalidades. Todos ellos sufrieron una gastroenteritis más o menos severa y 117 personas tuvieron que ser ingresadas.

El caso más grave, sin embargo, fue el de un vecino de 72 años de Serra de Daró (Girona), que permaneció más de un mes ingresado y necesitó más de cinco meses para recuperarse, ya que tuvieron que operarle de unas fístulas anales. Debido al reposo, además, se le agravó una patología crónica de tipo reumático.

La intoxicación por las cocas de Sant Joan de Torroella llegó a juicio este mes de enero pasados cinco años desde que ocurrieron los hechos, después de que a principios de año la Audiencia de Girona ordenara reabrir la causa que había archivado el juzgado de La Bisbal en junio de 2005.

Durante los tres años de instrucción del caso, la instructora imputó tanto al dueño de la pastelería como a los responsables de las dos empresas que le suministraron los huevos para fabricar la crema de las cocas, Oufil Ovoproductos y Avícola de l'Estany.

Sin embargo, las numerosas diligencias practicadas no pudieron determinar el foco de la salmonelosis y la juez decidió archivar la causa, aunque admitió que la intoxicación fue provocada por la crema elaborada en el obrador de la pastelería y que en dicho proceso hubo "prácticas deficitarias" que denotaban "dejadez".

La Fiscalía, el Servicio Catalán de la Salud (SCS) y otras acusaciones particulares aceptaron el sobreseimiento de las dos empresas, pero recurrieron el auto de archivo ante la Audiencia de Girona respecto al dueño de la pastelería, a quien consideraban responsable de una falta de lesiones por imprudencia. Otros afectados, por su parte, pidieron que se juzgase a Josep Gusó por un delito contra la salud pública.

La Audiencia de Girona, finalmente, decidió que el caso debía reabrirse como una falta y señaló que, aunque no se sepa con exactitud cómo se contaminó la crema de las cocas, se cometieron una serie de imprudencias que influyeron en lo ocurrido. Para el Tribunal, existía relación directa entre la conducta "negligente" del denunciado y la intoxicación masiva y sus efectos.