BARCELONA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los barceloneses empezaron a tomar desde primera hora de la mañana las calles del centro de la ciudad en busca de libros y rosas en la multitud de paradas instaladas para celebrar la festividad de Sant Jordi, en una jornada en la que se prevé que la climatología acompañe.
El Gremi de Llibreters de Barcelona i Catalunya prevé una facturación cercana a la del año pasado, de unos 20 millones de euros. Argumentó que en la situación económica actual no pueden esperar una facturación mayor y, además, cada vez se edita más en formato de bolsillo, por lo que los beneficios son menores.
Entre los libros que se prevé que copen los primeros puestos en las ventas de este Sant Jordi, sin un favorito claro, figuran 'Los hombres que no amaban a las mujeres' y 'La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina', de Stieg Larsson, tanto en su versión castellana como catalana, y 'Anatomía de un instante', de Javier Cercas.
Tampoco hay que olvidar entre los más vendidos el 'tirón' de los llamados libros mediáticos; aquellos que han obtenido algún premio literario este año como 'L'últim home que parlava català', de Carles Casajoana, 'El nas de Mussolini', de Lluis Anton Baulenas, o 'Esperadme en el cielo', de Maruja Torres; las obras del Premio Cervantes 2009, el barcelonés Juan Marsé, y clásicos de la literatura.
Por su parte, la Asociación de Empresarios Mayoristas de Mercabarna prevé que durante la jornada se comercializarán en Catalunya más de 5,5 millones de rosas, una cifra que se acerca a los niveles del año pasado.
Se pondrán a la venta más de cien variedades diferentes de rosas. Una de las novedades de este año será la Red Noemi, una rosa con pétalos de color rojo y de gran durabilidad. Más del 60 por ciento de las rosas que se venden el 23 de abril son rojas, pero año tras año ganan terreno otros colores como el azul, el amarillo o el blanco.
