Bellvitge se convierte en hospital de referencia para la extracción de bolas de coca de los 'muleros', uno por semana

Actualizado: domingo, 24 agosto 2008 15:41

BARCELONA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Hospital de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), se ha convertido en un centro de referencia internacional en la extracción de bolas de cocaína que llevan los conocidos como 'muleros' o 'boleros' en sus estómagos. Esto se debe a que es el hospital más cercano al Aeropuerto de El Prat, donde estos pasajeros son detenidos cuando llegan.

Según explicó a Europa Press el doctor Zoilo Madrazo, cirujano general del servicio de urgencias de este hospital, cada año atienden alrededor de medio centenar de 'muleros', lo que representa de media casi uno por semana, y logran salvar al 98%.

Por este motivo, el centro ha mejorado sus técnicas y tratamientos para que los 'body packers' --como son conocidos internacionalmente-- evacuen la cocaína que llevan en el interior de su cuerpo, normalmente un centenar de paquetes de unos diez gramos cada uno, lo que supone un kilo de droga de una pureza que supera el 80%.

Este tipo de transporte es muy peligroso, porque sólo 2 gramos de cocaína pura supone una dosis "letal" para el cuerpo humano. Además, hay que tener en cuenta que la droga se encuentra en el sistema digestivo, lo que hace que su absorción sea mucho más rápida.

En más del 90% de los casos no hay ninguna complicación en el tratamiento con laxantes y los narcotraficantes presentan un "buen estado general". Gracias a un tratamiento con un "laxante muy potente e intensivo", buena parte de ellos pueden ser dados de alta --y pasar a manos de la Policía-- en un día y medio de observación clínica y tras expulsar, uno a uno, todos los paquetes.

En los casos que se complican, se aplica habitualmente una cirugía de urgencia que consiste en extraer manualmente los paquetes de droga del estómago o del intestino. Lo más peligroso es que reviente una de las bolsas, lo que puede comportar una intoxicación crítica por cocaína, lo que hace que la intervención sea urgente y muchas veces infructuosa. Otro de los riesgos es la obstrucción de los intestinos.

La mayoría ingiere las pequeñas bolas de cocaína, lo que les deseca la garganta. No obstante, no pueden beber líquidos para que la droga "no progrese" ni se active el tránsito intestinal. Además, los pasajeros no pueden moverse mucho por el mismo motivo.

Otros 'muleros' también optan por introducirse las bolas en el cuerpo por vía rectal, y algunas mujeres lo hacen por vía vaginal.

Cuando llegan a la terminal del aeropuerto, como el de Barajas o de El Prat --dos de los más transitados y utilizados como puerta de entrada por aire de los 'muleros'-- aparte de que puedan mostrar señales evidentes de nerviosismo, pueden sudar o mantener una postura rígida y con movimientos muy suaves, lo que hace sospechar a los policías.

En el mismo aeropuerto pueden realizarles una radiografía para comprobar si hay objetos opacos sospechosos en su abdomen. Si es así, les detienen y les llevan inmediatamente a Bellvitge para que expulsen la droga.

PERFIL DEL 'MULERO'

El perfil del 'mulero' es un hombre de entre 20 y 40 años que llega a El Prat procedente de Suramérica, normalmente Colombia, Perú o Venezuela, aunque haga escala en África u otros países europeos. Pueden llegar a cobrar unos 6.000 euros por cada kilo de cocaína transportada, que puede alcanzar, en el mercado negro, un valor de 60.000 euros.

Según Madrazo, la inmensa mayoría de los 'muleros' no se resiste al tratamiento, ya que saben que si lo hicieran sería peligroso para su salud. No obstante, no pueden esquivar la posible pena de prisión por narcotráfico, que va de los tres a los nueve años de prisión.