Congreso Del PP Catalán
EUROPA PRESS
Actualizado: sábado, 5 mayo 2012 23:05

Aspira a que los populares se conviertan en la segunda fuerza en Catalunya por delante del PSC

BARCELONA, 5 May. (EUROPA PRESS) -

La presidenta del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, se ha comprometido este sábado en el XIII Congreso que el partido ha celebrado en Barcelona a fortalecer el partido para convertirlo en la segunda fuerza política en Catalunya por delante del PSC para contrarrestar la "deriva rupturista de CiU".

La dirigente popular ha defendido su candidatura para repetir al frente del partido con un discurso de cerca de una hora repleto de advertencias a CiU, en el que se ha marcado como grandes objetivos para los próximos cuatro años "ser un partido más grande y más arraigado en el territorio".

"Me comprometo a que el PP sea la pieza histórica en el escenario político catalán que garantice la cohesión y evite rupturas", ha añadido Camacho, que ha reclamado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que no aliente actitudes rupturistas para la negociación del pacto fiscal.

En ese sentido, ha advertido a CiU de que no aceptará "una hacienda pública catalana que suponga una insumisión a la Agencia Tributaria Española", y ha censurado que exhiba el pacto fiscal como la única solución a los problemas de los catalanes.

Frente a una CiU que, según ha dicho, ha radicalizado su discurso y abrazado la 'estelada' independentista, Camacho ha erigido a su partido como la "única oposición firme, rigurosa y severa ante los errores de la Generalitat y la deriva de transición nacional".

"Quiero que Catalunya sea gobernada desde la normalidad y no desde la confrontación y el desafío constante", ha continuado la presidenta del PP catalán, que ha afeado también a CiU su actitud con los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Camacho ha cargado también contra un PSC "fracasado" al que aspira a desbancar como segunda fuerza en Catalunya, por lo que el partido trabaja en reforzar su ascendencia en el Área Metropolitana de Barcelona que históricamente había sido un granero de votos socialistas.

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