TARRAGONA, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del PP de Catalunya, Alicia Sánchez Camacho, ha asegurado este jueves que las críticas del presidente de la Generalitat, José Montilla, al líder del PP, Mariano Rajoy, por su visita a Melilla, son "desafortunadas" y "están fuera de lugar, transmiten su nerviosismo por las encuestas y van en contra de su propio partido".
La líder del PP catalán ha recordado que Rajoy ha visitado las ciudades autónomas en ocho ocasiones desde 2003, "en tres ocasiones como ministro y el resto como líder de la oposición, lo que entra dentro de la normalidad de su agenda".
En su opinión, las equivocaciones de Montilla son cada vez más frecuentes: "Debe asumir las consecuencias de apoyar a un partido independentista como ERC durante cuatro años y de aprobar leyes como la de Consumo o la de Educación", ha criticado. "Deja la peor herencia política y social de la historia de Catalunya, con el triste récord de multas lingüísticas", ha subrayado.
Según Camacho, el líder del PSC "ha perdido toda credibilidad y de nada le servirá el discurso de buscar los lazos con España que él se ha encargado de romper con sus menosprecios al Tribunal Constitucional".
Asimismo, ha exigido al líder de CiU, Artur Mas, que desautorice al secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, en su máxima de "independencia o decadencia". "Si no lo hace, estará mostrando la verdadera cara de su opción política y hará tándem por la independencia", ha manifestado, a la vez que ha señalado al PP como único "voto útil" para "pararles los pies en la separación de España".
La visita ha servido para apoyar al candidato del PP catalán a las elecciones autonómicas por Tarragona, Rafael Luna, con el reto de alcanzar el tercer diputado y aumentar los votantes en las comarcas del Montsià y Baix Ebre.
Camacho ha insistido en que el PP garantiza "el progreso real con la recuperación de la pequeña y mediana empresa para crear empleo", y ha destacado también que hablará "claro y sin complejos" de las políticas de inmigración, con un férreo control de fronteras para evitar el "efecto llamada" ante las medidas adoptadas por el Gobierno francés.
