BARCELONA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un total de 2.172 conductores catalanes perdieron todos los puntos entre el 1 de julio de 2006, cuando entró en vigor el carné por puntos, y el 25 de mayo de 2008, según los últimos datos del Servei Català de Trànsit (SCT), a los que ha tenido acceso Europa Press.
En estos casi dos años han sido tramitados 224.667 expedientes en firme y los conductores catalanes han perdido un total de 671.932 puntos. La principal causa de retirada es la velocidad, con un 54,9%; la segunda, no llevar el cinturón, casco u otros sistemas de seguridad pasivos, con un 14,8%; seguida de la alcoholemia, con un 9,8%, y del uso del teléfono móvil, con un 7,3%, entre otras.
Estas cifras contrastan con las hechas públicas hasta marzo, en las que variaba el número de conductores y los expedientes tramitados duplicaban los que se han dado a conocer ahora. Ello se debe a que en los conductores que perdieron los puntos y en los expedientes de marzo se incluían los que no eran firmes, algo que Trànsit ha corregido en su último balance.
En una entrevista a Europa Press, el director del SCT, Josep Pérez Moya, hizo un balance positivo del segundo aniversario del carné por puntos porque ha conseguido "reducir la velocidad de manera importante, bajar el número de accidentes, también de manera importante, y rebajar su gravedad y el número de muertos".
Comentó respecto al estancamiento de la siniestralidad en este último semestre, cuando se han registrado 151 muertos, la misma cifra que en el mismo periodo de 2007, "que si no hubiera sido por este último sábado negro --en el que murieron seis personas en cuatro accidentes--, se estaría hablando de seis víctimas menos". "Sin este sábado, yo podría decir, hemos llegado al 50% de reducción, y respecto al año pasado estamos en un 8% de reducción, pero tienes un sábado negro y la estadística da un giro", afirmó.
Pérez Moya descartó que este repunte se pueda deber a una relajación en los conductores después de dos años del carné por puntos, porque "si se miran los datos en frío, se ha pasado de 171 muertos a 151".
"Me interesa ver, desde el inicio, aunque pueda haber algún repunte, cuál es la tendencia, y desde el 1 de julio de 2006 al 1 de julio de 2008, la curva, aunque vaya haciendo puntas, es descendiente, por lo tanto, el permiso por puntos consolida el descenso", opinó. Según él, ocurre lo mismo con la velocidad media, por lo que observó "un cambio de comportamiento".
EL SCT PIDE CAMBIOS NORMATIVOS.
Respecto al tiempo que se tarda en hacer efectiva la retirada del carné, Pérez Moya dijo estar "quejoso", a pesar de que se va mejorando, porque el procedimiento continúa siendo muy lento, y abogó por hacer cambios normativos para garantizar una mayor agilidad.
En este sentido, explicó que desde Trànsit se hizo una propuesta a la Dirección General de Tráfico (DGT) y al Ministerio del Interior para mejorar el procedimiento y ganar en agilidad en la tramitación porque "ahora se puede tardar 10 meses perfectamente", y con su propuesta se podría reducir a la mitad. "Yo creo que así ganaría en eficiencia el permiso por puntos y la gente que los perdiera tendría conocimiento más rápido de su castigo", apostilló.
SE CONSOLIDA LA ZONA 80.
Por otra parte, el director del SCT señaló que "se ha consolidado" la zona de Barcelona limitada a 80 kilómetros por hora "como una zona respetada", en la que han bajado los accidentes y las víctimas. "Los datos más claros, que son la reducción de la velocidad y de la siniestralidad, son incontestables", remachó.
Pérez Moya dijo que ahora se circula "más compacto", porque "todo el mundo va a la misma velocidad", en torno a los 80 ó 85 kilómetros por hora. Además, puntualizó que los conductores son penalizados con una media de 0,54 segundo por cada seis kilómetros en los tramos en que antes se podía circular a 100 y ahora a 80.
Admitió que hay más sanciones porque "hay más radares", que en la zona 80 han pasado de cuatro a 17 en lo que va de año, aunque recalcó que desde Trànsit, lo que más interesa es que la velocidad media ha bajado. "La media del día está por debajo de los 80 kilómetros por hora, porque en hora punta baja la velocidad, aunque sin la hora punta, la media está en torno a los 80 ó 85 kilómetros hora", apuntó.
A la espera de los datos definitivos de balance de los primeros seis meses, Pérez Moya considera que la medida mejora la movilidad, la siniestralidad, disminuye el consumo de combustible en un momento de alto precio del carburante y disminuye la contaminación, incluso la acústica.
