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Mas-Colell compara la solidaridad interterritorial con un diezmo
BARCELONA, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
La media del déficit fiscal de Catalunya entre 1986 y 2009 fue del 8% del PIB, según las últimas balanzas fiscales calculadas por la Generalitat y hechas públicas este lunes por el conseller de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell.
Ningún año se bajó del 6,7% --que se dio en 1986, 1998 y 2001--, y el 10% fue la peor cifra, alcanzada en 1993 y 2002.
El déficit fiscal de Catalunya fue en 2009 de entre el 5,8 y el 8,4% de su PIB, según el método de cálculo, ya que el Govern utiliza dos formas distintas para calcular las balanzas fiscales: según el enfoque monetario --que relaciona el origen territorial del dinero público y dónde lo gasta la administración--, el déficit fiscal en 2009 fue de 16.409 millones, el 8,4% del PIB.
La otra perspectiva es la del flujo del beneficio, que pondera los datos en función de cómo impacta el gasto público en el bienestar de los residentes de un territorio: según este método, la diferencia entre lo que los catalanes pagan al Estado y reciben del sector público fue en 2009 de 11.261 millones, el 5,8% del PIB.
Pese a que Mas-Colell ha afirmado que ambos métodos son válidos y complementarios, ha remarcado que el criterio del flujo de beneficio es "menos robusto, porque requiere más supuestos y aproximaciones", y ha puesto como ejemplo la dificultad de calcular el impacto positivo que tiene el Museo del Prado sobre los ciudadanos catalanes.
Según el criterio del flujo monetario, en 2006 el déficit fue de 14.493 millones de euros, un 7,9% del PIB; en 2007 de 15.913 millones (8,1%), y en 2008 de 17.200 millones (8,5%).
En los últimos 24 años (1986-2009), la media del déficit fiscal de Catalunya se ha mantenido en torno al 8% del PIB, aunque ha sido superior durante la última década.
2.251 EUROS POR CATALÁN
Mas-Colell ha remarcado que el déficit fiscal se ha mantenido constante en términos porcentuales, pero se ha doblado el déficit fiscal por persona --diferencia entre lo que contribuye cada catalán y lo que recibe del Estado--: mientras que en 1986 era de 1.076 euros, en 2009 fue de 2.251.
El conseller ha constatado que el déficit fiscal que sufre Catalunya es el resultado de una aportación a los ingresos del Estado muy superior al gasto que éste hace en Catalunya, ya que Catalunya ha estado aportando de media alrededor del 19,5% de los ingresos de la administración central y la Seguridad Social, mientras que los catalanes han recibido de media el 14% de todos los recursos.
Si se excluyen las partidas, tanto de ingresos como de gastos, que pertenecen a la Seguridad Social --incluyendo las contribuciones y las prestaciones de paro--, el Estado obtiene de Catalunya el 19,7%, pero devuelve sólo el 11,2%.
Así, el porcentaje que no regresa a Catalunya es del 40%, lo que implica que, por cada euro que el Estado recauda de Catalunya --excluyendo la Seguridad Social y el paro--, 43 céntimos no se gastan en el territorio.
"Esto tiene implicaciones como la de tener que estar reivindicando que se construyan los accesos al Puerto de Barcelona, cuando el gasto necesario es muy pequeño. Si no tuviéramos déficit fiscal, no tendríamos que estar reclamando esta inversión; la haríamos nosotros", ha ejemplificado Mas-Colell.
FINANCIACIÓN "INAGUANTABLE"
Todos estos datos prueban que el actual modelo de financiación catalana es "inaguantable a corto y largo plazo", y de ahí la necesidad del nuevo 'pacto fiscal' que propone el Govern, cuyo objetivo es reducir esta diferencia a la mitad.
Las cifras son "insostenibles", ha asegurado Mas-Colell, quien ha evitado hacer una crítica directa al modelo de financiación vigente que pactaron en la anterior legislatura los tres partidos de izquierda.
Según el conseller, el porcentaje de solidaridad se aproxima al 10%, por lo que ha indicado que es como si Catalunya pagase el "diezmo", tributo histórico que se pagaba a la Iglesia.
Mas-Colell ha expresado su confianza de que la publicación de estas cifras suponga un antes y un después: "Las publicaremos en castellano" para que sean leídas muy atentamente por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, ha resaltado el conseller, instando al Gobierno central a hacer públicas sus cifras, y resaltando el compromiso del Govern a ir publicando cada año esta información.
