Los cinco mossos acusados de torturas a un detenido niegan los hechos pese a que una testigo asegura que vio la agresión

Actualizado: martes, 5 diciembre 2006 19:34

BARCELONA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los cinco mossos d'Esquadra imputados por un presunto delito de torturas, detención ilegal y lesiones contra un ciudadano rumano al que arrestaron por error el pasado mes de julio en Barcelona aseguraron hoy ante la juez instructora que utilizaron "la mínima fuerza indispensable" para realizar la detención, pese a que una testigo ha afirmado ante la magistrada que vio como los agentes agredieron al denunciante en plena calle.

Dos cabos y tres agentes de la Policía autonómica declararon hoy como imputados ante la juez de Instrucción número 10 de Barcelona, que el pasado mes de agosto aceptó a trámite la denuncia presentada por Luician P., un ciudadano rumano que mantiene que los agentes le golpearon cuando, por error, le detuvieron por presuntamente asaltar y agredir a una mujer en su domicilio.

Según la víctima, que ya ha ratificado su denuncia ante la juez instructora, los agentes también le golpearon durante el traslado desde su domicilio, en la calle Ausiàs Marc --donde fue detenido--, hasta las dependencias de la comisaría de Travessera de les Corts, agresión que continuó en las mismas instalaciones.

Además, el denunciante asegura que en el trayecto uno de los imputados se dedicó a apuntarle con una pistola en la cabeza, amenazándole con matarle si no confesaba. Según su versión, la agresión finalizó cuando, al llegar a comisaría, un mosso pidió a sus compañeros que dejaran de golpearle porque había cámaras de seguridad grabándoles.

La compañera sentimental de Luician P., embarazada, también ha denunciado a los agentes por detención ilegal y asegura que los mossos imputados la agarraron del pelo y la arrastraron para introducirla en el coche policial, según informaron a Europa Press fuentes judiciales. Los agentes, por su parte, aseguraron hoy que la mujer, a la que los mossos dejaron en libertad pocas horas después, insistió en acompañar a su marido a comisaría.

Según explicaron las mismas fuentes, los dos cabos y los tres agentes imputados aseguraron hoy que "no se excedieron" en la detención y que utilizaron "la mínima fuerza indispensable" debido a la resistencia que opuso Luician P. Los mossos mantienen también que el denunciante y su mujer entraron voluntariamente en el coche policial que debía trasladarles a comisaría.

Esta versión, no obstante, entra en plena contradicción con la que ofreció una testigo que declaró la semana pasada ante la juez instructora. Se trata de la portera del edificio contiguo a la finca donde residía el denunciante, que presenció la detención y mantiene que los agentes imputados agredieron a Luician P.

De hecho, la magistrada dispone de un parte médico aportado a la causa en el que consta que la víctima presentaba hematomas en la espalda y en el cuello a consecuencia de los golpes que supuestamente recibió. Fuentes judiciales señalaron que el denunciante quedó en estado grave debido a la presunta agresión, ya que es hemofílico y perdió gran cantidad de sangre.

REGISTRARON SU CASA SIN ORDEN JUDICIAL.

Luician P. fue detenido el pasado 27 de julio, después de que una mujer que sufrió un asalto en su domicilio, en la calle Ample de Barcelona, le identificara como el presunto autor de los hechos. Al parecer, días antes del asalto alguien entró en la vivienda de la mujer, que sufrió lesiones graves, y robó una libreta bancaria con la que hizo una extracción en un cajero situado en la calle Ausiàs Marc, donde vivía el denunciante.

Según explicaron fuentes judiciales, los Mossos d'Esquadra relacionaron el robo de la libreta bancaria con el posterior asalto al domicilio de la víctima y extrajeron un fotograma de la cinta de seguridad del cajero que mostraba la imagen del presunto ladrón. La Policía autonómica se la enseñó a la víctima y ésta confirmó que se trataba de la persona que le había agredido.

Con la fotografía en la mano, los Mossos d'Esquadra recorrieron los alrededores de la calle Ausiàs Marc para ver si alguna persona reconocía al presunto agresor. Al llegar al edificio donde residía la pareja denunciante, que compartía piso con una tercera joven, la portera de la finca identificó a la persona de la imagen como Luician P. Los agentes esperaron entonces a que el ahora denunciante saliera de su casa para detenerle, momento en que se produjo la presunta agresión.

Tras la detención, no obstante, la Policía autonómica hizo una nueva fotografía al sospechoso y mostró la imagen a la víctima del asalto. El cambio físico era notable y la mujer negó que Luician P. fuese su agresor, por lo que el hombre fue puesto en libertad. Posteriormente, un vecino de la víctima fue detenido como presunto autor de los hechos y actualmente está en prisión preventiva.

Sin embargo, pese a que los Mossos se percataron de que la detención se había producido por error, decidieron registrar la vivienda de Luician P. presuntamente en busca de algo que pudiera incriminarle, pese a que no tenían orden judicial. Así lo manifestó la compañera de piso de los denunciantes, que estuvo presente durante el registro y declaró ante la juez la semana pasada.

Los agentes, que también están imputados por entrada ilegal en domicilio, aseguraron durante su declaración que no registraron la vivienda y que simplemente acudieron allí para acompañar a la mujer del denunciante. Según su versión, "estaba nerviosa" y no entiende bien el castellano, por lo que aprovecharon que su compañera de piso es española para explicarle lo ocurrido.

Por el momento, la juez de Instrucción número 10 de Barcelona no ha tomado medidas cautelares contra los imputados y está a la espera de escuchar la declaración de un testigo aportado por la acusación particular. La magistrada también solicitó las cintas de las cámaras de seguridad de la comisaría donde supuestamente ocurrió la agresión, aunque éstas ya habían sido borradas y no podrán aportarse como prueba.