BARCELONA, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
La plaza Monumental de Barcelona registró hoy una imagen atípica, la de centenares de personas que hacían cola para comprar su entrada y ver esta tarde al torero José Tomás, que vuelve al ruedo tras casi cinco años.
En muchos casos la espera fue en balde, ya que las entradas previstas para la venta el mismo día del espectáculo se agotaron en tres horas.
La expectación prevé hacer historia en la vida taurina de la ciudad y por ello alrededor de 200 medios de comunicación de diferentes países están acreditados para seguir la corrida, precisamente en una ciudad conocida por los movimientos antitaurinos.
Se trata del primer lleno absoluto de la Monumental desde 1985, con 19.000 localidades. El matador de Galapagar (Madrid) fue el último que cortó un rabo en el coso barcelonés, hace siete años. Esta tarde alternará con Finito de Córdoba y Cayetano.
De forma paralela, organizaciones antitaurinas y de defensa de los animales se manifestarán para mostrar su oposición al mundo del toreo. Aseguran que la llegada de José Tomás tiene que ver con un intento de revitalizar la Monumental y afirman que si bien la organización presume de haber vendido todas las entradas, buena parte de ellas han sido reservadas por los propios taurinos.
