La condenada del crimen de la Urbana afirma ser "inocente e incapaz de matar a nadie"

Juicio por el crimen de la Guardia Urbana en la Audiencia de Barcelona con los acusados Rosa Peral y Albert López, el 3 de febrero de 2020.
Juicio por el crimen de la Guardia Urbana en la Audiencia de Barcelona con los acusados Rosa Peral y Albert López, el 3 de febrero de 2020. - DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: martes, 6 octubre 2020 19:38

Fiscalía tacha sus versiones de inverosímiles y el otro condenado define "un escenario post violencia de género" la noche del crimen

BARCELONA, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los dos condenados por el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona han defendido este martes su inocencia en la vista de apelación a la sentencia, manteniendo las mismas acusaciones cruzadas que expusieron en el juicio, y ella ha afirmado ser "inocente e incapaz de matar a nadie", mientras que él, que también se declara inocente del asesinato, ha asumido que la encubrió y ha pedido salir de prisión.

"Soy inocente y soy incapaz de matar absolutamente a nadie. Ni a un animal, ni muchísimo menos a la persona que está a mi lado, porque esa persona me quería, y lo sigo queriendo lógicamente", ha dicho Peral en su declaración por videoconferencia desde prisión en referencia a Pedro R., por cuyo crimen ella y López están condenados a 25 y 20 años de cárcel por matarlo y quemar su cadáver dentro de su coche.

Peral ha afirmado que se le han atribuido a ella todos los indicios que había contra López, ha insistido en que no se le "ocurriría hacer ningún plan ni absolutamente nada contra Pedro", y ha defendido la veracidad de las declaraciones de un testigo que explicó en el juicio que, a preguntas de López sobre cómo se desharía de un cadáver, le dijo que lo quemaría.

Sobre la declaración de este testigo, el letrado de la acusación particular, Juan Carlos Zayas, ha señalado que "ni siquiera Albert niega que preguntara eso", y ha defendido mantener la validez de la prueba.

Por su parte, López ha mantenido que la noche del crimen llegó a la casa familiar de Peral cuando Pedro R. ya había muerto: "Lo que vi cuando llegué era un escenario post violencia de género que derivó en violencia doméstica. Tengo experiencia en eso y tengo una ventaja respecto al resto de partes, que yo sé que no he hecho nada".

"Me había equivocado totalmente, y eso lo admitiré porque es así, por eso llevo más de tres años en prisión, por callar", ha declarado al asumir que encubrió el crimen, y en la misma línea su abogado, José Luis Bravo, ha pedido al tribunal una conformidad que le absuelva de asesinato y le condene por encubrimiento, delito por el que sostiene que ya ha pasado suficientemente tiempo en la cárcel.

López ha lamentado que "se ha tejido una maraña alrededor del caso, los árboles impiden ver el bosque", y ha dicho sentirse indefenso e impotente por su condena.

SE MANTIENEN LAS ACUSACIONES

En cambio, el fiscal de la causa, Félix Martín, ha reprochado que "las versiones exculpatorias son absolutamente inverosímiles", y ha criticado que las defensas aleguen indefensión por pruebas que el magistrado inadmitió en el juicio, de las que ha dicho que eran reiterativas y superfluas.

Martín ha repetido su tesis, que avaló el jurado en el veredicto, de que Peral y López actuaron juntos, movieron y quemaron el cadáver juntos y llevaron el móvil de la víctima a casa del exmarido de ella para inculparle: "Dato llamativo, que fueron en dos coches. Fueron en el coche de Pedro, como reconocen los dos, y alguien tuvo que ir en otro coche con el que luego regresaron del pantano" de Foix, donde se encontró el vehículo calcinado.

"Para mí la imagen física de dos personas en dos coches distintos que están yendo, después de pasar la mañana limpiando lo que ha pasado, que se han permitido encender el teléfono de Pedro para fingir que estaba vivo... Demuestra voluntariedad, confabulación, planificación, y que querían estar juntos y cargar el muerto a una persona inocente", ha dicho en referencia al exmarido de Peral y a su tesis de que Peral y López cometieron el crimen como una prueba de amor para retomar la relación que mantenían antes de que ella viviera con la víctima.

Martín ha dicho ser consciente de que las penas impuestas son muy altas, la máxima en el caso de Peral, aunque ha defendido: "El hecho de que quemaran el cuerpo en su coche, implica una intensidad del dolo, ausencia de arrepentimiento, así como falta de respeto absoluto a la persona fallecida. Fingir que estaba vivo, y por último dedicarse a hacer insinuaciones directas sobre otras personas como presuntos responsables es un elemento que, a mi juicio, también debe ser objeto de mayor reproche penal".

DECLARACIÓN DE LA HIJA DE PERAL

En la vista de este martes todas las partes se han referido a la declaración en el juicio de la pareja del exmarido de Peral, quien representó con mímica lo que la hija de Peral le había explicado sobre la noche del crimen: la menor estaba exenta de declarar por ser familiar directa de la acusada, y por eso el magistrado no permitió que la testigo reprodujera las palabras de la niña, pero sí que interpretara con mímica su explicación, de la que en el veredicto se infiere que Peral drogó a la víctima antes del crimen.

La defensa de Peral ha pedido anular la prueba, la defensa de López ha criticado que no se permitiera a la testigo explicar las palabras de la menor, y el fiscal ha reprochado que en el juicio nadie impugnó la decisión, y ha sostenido que esta declaración es "solo uno de los pilares que sustenta la alevosía" que recoge la sentencia, mientras que la acusación particular también ha recordado que nadie objetó la decisión.

Sobre esta prueba, la abogada de Peral, Olga Arderiu, ha reprochado que "nunca debería haberse practicado una de las pruebas estrella" del juicio, ya que considera que el posicionamiento del jurado se basó en buena parte en esta prueba, y ha criticado que el veredicto se basa en deducciones y a su parecer está poco justificado, por lo que sostiene que se ha vulnerado la presunción de inocencia de la condenada.

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