Condenado a diez años por perforar de un disparo la cara de su compañera sentimental en Tordera (Barcelona)

Actualizado: lunes, 1 octubre 2007 20:48

La víctima aseguró durante el juicio que se cayó por las escaleras y que se clavó el palo de una fregona

BARCELONA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Barcelona ha impuesto diez años de cárcel a un hombre por intentar matar a su compañera sentimental, a quien disparó en marzo de 2006 en la casa que compartían en Tordera (Barcelona) y le perforó la cara, provocándole varias fracturas.

La Sección Vigésima de la Audiencia condena a Pedro L.M., de 49 años, por homicidio en grado de tentativa con la agravante de parentesco y por tenencia ilícita de armas, y le prohíbe comunicarse y acercarse a su compañera sentimental, Carmen A.J., a menos de 1.000 metros durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena.

El acusado, además, deberá indemnizar a la víctima con 3.000 euros por las lesiones sufridas. La mujer, que ya sufría una discapacidad intelectual del 40% y con quien comparte dos hijos, aseguró durante el juicio que Pedro L.M. no le hizo "nada" y que se hirió al caerse por las escaleras mientras fregaba, ya que se clavó el palo de la fregona.

La Sección Vigésima, sin embargo, entiende que la declaración de la víctima es "falsa", en base a las explicaciones de los forenses, quienes durante el juicio aseguraron "sin ninguna duda" que la mujer presentaba una herida por arma de fuego.

Los hechos ocurrieron la tarde del 3 de marzo de 2006, cuando el acusado disparó dos veces a su compañera sentimental "con la intención de matarla" en la habitación de matrimonio de la casa que compartían, situada en la urbanización Can Camps de Tordera.

Según relata la sentencia, una de las balas penetró el pómulo derecho de la víctima y salió por la zona preauricular izquierda, provocándole varias fracturas en la cara de las que tardó unas semanas en recuperarse.

Tras lo ocurrido, Pedro L.M. "abandonó a su suerte a Carmen A.J. quedándose dormido" en la cama, hasta que al día siguiente decidió llevarla al Hospital Sant Jaume de Calella (Barcelona), donde "ideó un plan para evitar su inculpación" y la convenció para que explicara a los médicos y a la Policía que unos atracadores la habían herido esa misma mañana mientras sacaba dinero de un cajero automático.

El acusado, en cuyas manos se encontraron elementos químicos característicos de un disparo, señaló durante el juicio que mantuvo la versión del atraco porque quería "proteger" a su compañera sentimental y "evitar que la ingresasen en un psiquiátrico", una explicación que la Sala considera "inverosímil" y "prestada, sin duda, en el ejercicio legítimo de su derecho de defensa".

La Sección Vigésima, por otra parte, rechaza la eximente incompleta de drogadicción alegada por la defensa de Pedro L.M., ya que su compañera sentimental aseguró que no tomaba drogas y el propio acusado negó dicho consumo cuando fue examinado por los forenses.