(Corr.) Multa de 1.200 euros para una doctora por golpear a una enfermera en una discusión en Castellbisbal (Barcelona)

Actualizado: lunes, 5 noviembre 2007 19:39

Ambas mantenían "tensas relaciones" porque la agresora consideraba que la víctima era "incompetente" en su trabajo

((Esta noticia sustituye a la anterior titulada: "Multan a una doctora por agredir a su enfermera ecuatoriana y llamarla 'sudaca de mierda' en Barcelona"))

BARCELONA, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

Una juez de Rubí (Barcelona) ha impuesto una multa de 1.200 euros a una doctora de una empresa de Castellbisbal por coger del cuello y tirar del pelo a su enfermera durante una discusión motivada por sus "tensas relaciones", que se debían a una "carencia de entendimiento" entre ambas y al hecho de que la agresora consideraba "incompetente" a la víctima.

Con su sentencia, la juez de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Rubí condena a la doctora, Mercedes H.S., por una falta de lesiones y le obliga a indemnizar con 450 euros a la enfermera, Fanny Raquel Dávila por las contusiones que sufrió en la cara y en el labio, de las que tardó diez días en recuperarse.

La discusión se inició sobre las 13.30 horas del 14 de agosto, en la empresa del polígono industrial de Castellbisbal para la que trabajaban la agresora y la víctima, de origen ecuatoriano. Según declara probado la sentencia, "ambas mantenían tensas relaciones provocadas por la carencia de entendimiento" y porque Mercedes H.S. se quejaba de la "falta de profesionalidad" de la enfermera.

El día de los hechos, Fanny Dávila estaba leyendo en el interior de la sala destinada a las exploraciones de los pacientes, donde también estaba la doctora. En ese momento entró un trabajador que se quejaba de dolor de garganta y que quería ser visitado, por lo que Mercedes H.S. pidió a la enfermera que abandonara la estancia.

Fanny Dávila se negó a marcharse, por lo que la doctora salió de la sala con el paciente. Poco después regresó y fue entonces cuando empezó la pelea, "sin que haya quedado acreditado el tenor literal de las expresiones que ambas se dirigieron". En el transcurso de la misma, la doctora empujó a la enfermera contra la pared, la cogió del cuello y, cuando la víctima intentó escapar, le tiró del pelo.

Finalmente, Fanny Dávila consiguió salir de la sala y pedir ayuda, dirigiéndose al vigilante de seguridad de la empresa, quien la observó llorando y con el labio enrojecido. Mercedes H.S. salió también de la estancia, sin decir nada. Tres días después acudió de urgencias al médico, quien constató la existencia de un hematoma en una pierna y dolor en un brazo, de los que tardó dos días en curar.

DENUNCIAS CRUZADAS.

Por estos hechos, la doctora y la enfermera se denunciaron mutuamente por lesiones, amenazas e injurias, aunque, finalmente, la juez sólo declara probadas las lesiones que sufrió Fanny Dávila. A su entender, no concurre "elemento alguno" que pruebe las "expresiones ofensivas" que la doctora presuntamente vertió sobre la enfermera, ya que ningún testigo presenció lo ocurrido y no hay ninguna prueba objetiva que permita dar mayor credibilidad a una frente a la otra.

En cuanto a las lesiones sufridas por la enfermera, la sentencia explica que vienen corroboradas por un informe médico del mismo día de los hechos y que, además, el vigilante de la empresa la vio venir con el labio enrojecido y el pelo alborotado. Además, varios testigos afirmaron que había mechones de pelo en distintos lugares de la sala de exploración de pacientes.

La juez, sin embargo, cree que no existen pruebas suficientes para condenar a la enfermera por las lesiones de la doctora, ya que el parte médico aportado por Mercedes H.S. es de tres días después de los hechos, alegando la doctora que fue a visitarse cuando empezó a sentir dolor. Para la magistrada la explicación no es "verosímil", ya que la denunciante es médico y durante esos días estaba prestando sus servicios en hospitales, por lo que pudo examinarla un compañero.

Por todo ello, la juez absuelve a Mercedes H.S. de la falta de injurias por la que había sido acusada y le condena por una falta de lesiones, imponiéndole la multa de 1.200 euros que solicitaba para ella la Fiscalía. La magistrada, por otra parte, absuelve a Fanny Dávila de la falta de lesiones e injurias de las que había sido acusada y por las que la Fiscalía reclamaba una multa de 600 euros y otra de 200, respectivamente.

LA ENFERMERA DICE QUE LA LLAMÓ "SUDACA DE MIERDA".

Pese a que la juez no declara probadas las "expresiones ofensivas" que la doctora presuntamente vertió contra la enfermera, Fanny Dávila aseguró en declaraciones a Europa Press que Mercedes H.S. la llamó "inepta" y "sudaca de mierda" mientras discutían.

La víctima achaca lo ocurrido a un roce que, según su versión, habían tenido una semana antes al recibir en la consulta a un hombre negro. "Me dijo que odiaba a los árabes y a los negros", afirmó.

La enfermera aseguró que la relación entre ambas hasta ese momento era cordial, aunque mantuvo que en el trabajo diario se producían situaciones complicadas, ya que la doctora cometía "errores" que ella se veía obligada a corregir constantemente.

La agredida, sin embargo, es consciente de que la doctora tampoco estaba contenta con su trabajo. "Estaba resentida porque había tenido un juicio anterior contra el jefe de un Centro de Atención Primaria (CAP) que no le permitía trabajar en ningún centro del Instituto Catalán de la Salud", comentó.