No se plantean por ahora romper el carné pero no quieren "ni castigos ni expulsiones"
BARCELONA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
La corriente crítica del PSC Avancem, hasta ahora un movimiento político informal, ha iniciado los trámites para constituirse como asociación en los próximos días con el objetivo de unir las diferentes sensibilidades socialistas y de izquierda de Catalunya ante un PSC que en los últimos años se ha hecho "más pequeño".
Lo ha explicado en rueda de prensa el fundador del movimiento y diputado del PSC díscolo en el Parlament, Joan Ignasi Elena, que ha explicado que en junio celebrarán una asamblea --la tercera desde su fundación-- para luchar por la creación de un "espacio socialista potente, sólido y cohesionado".
Elena ha invitado a su proyecto a los demás movimientos críticos del PSC, pero también incluso al propio PSC, a otros partidos de izquierdas y movimientos socialistas, y ha dicho que está dispuesto a "renunciar" a las siglas de Avancem para crear una plataforma de izquierdas unida.
Su diagnóstico es que el PSC se ha ido "empequeñeciendo" en los últimos años, entre otras cosas, porque interpretan que no ha hecho una defensa inequívoca del 'derecho a decidir' de los catalanes, algo que sí hace Avancem y que le ha costado varios enfrentamientos con la dirección.
Elena ha asegurado que los miembros de Avancem, que pasará a llamarse Avancem per un Espai Socialista Català, que tienen carné socialista no se plantean romperlo ni hacer un partido, pero ha pedido a la dirección del PSC que lidera Pere Navarro que no abogue por tratar a la crítica interna con "la cultura del castigo, la expulsión y el arrinconamiento".
"MEDIACIÓN"
Elena fue uno de los tres diputados que en enero rompió la disciplina de voto del PSC en el Parlament, y ha explicado que la Comisión de Garantías del partido --Comisión de Conflictos, según él-- les ha ofrecido una "mediación" para resolver el caso, ya que ahora los tres diputados están suspendidos de sus cargos orgánicos y parlamentarios.
Ha dicho que los tres díscolos avalan esta mediación, ya que entienden que no se puede resolver el tema "con castigos ni expulsiones", sino con una solución política que pase por su continuidad en el partido y en el grupo parlamentario desarrollando sus tareas habituales en la Cámara catalana, donde ahora están arrinconados.
Elena ha explicado que ahora le toca a la dirección del PSC decir si está dispuesta a aceptar esta mediación y ha advertido de que no entendería una expulsión: "La palabra expulsión es absolutamente contradictoria con la voluntad de representar a la mayoría. Es incompatible con el proyecto político que representa el PSC".
1.200 PERSONAS
El portavoz de Avancem, Santi Lapeira, ha asegurado que el movimiento cuenta hasta ahora con más de 1.200 personas involucradas, y ha precisado que más de un 90 por ciento están dispuestas a formalizar su adscripción a la futura organización.
Avancem aspira a seguir expandiéndose por el territorio y ya tiene cerrados actos en comarcas de Barcelona, Tarragona y Girona: "El movimiento socialista se ha disgregado. Queremos ser el catalizador y contribuir a la confluencia del socialismo".
Elena ha planteado que la unidad de la izquierda podría empezar a materializarse con candidaturas conjuntas en las municipales, aunque ha precisado que aún es "prematuro" hablar de esta cuestión y, sobre todo, de si Avancem planteará listas alternativas al PSC.
Avancem fue un movimiento en sus inicios --primavera de 2012-- tolerado por Navarro, y aunque el líder socialista sigue manteniendo que el PSC contempla tener corrientes internas, la distancia con Elena en los últimos meses se ha hecho evidente hasta el punto de admitir que no hablan desde la polémica votación de enero en el Parlament.
