Declaran dos médicos en el primer juicio por acoso laboral contra la Administración en España

Actualizado: lunes, 28 enero 2008 21:50

LLEIDA, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los primeros médicos que declararon hoy en el primer juicio laboral que se celebra en España contra la Administración pública atribuyeron el estado de depresión que sufre la denunciante al acoso laboral que ha experimentado en el centro de trabajo durante su jornada laboral.

El primer médico que declaró es el psiquiatra de la Seguridad Social que atendió a la denunciante tras ser derivada por su médico de familia, Josep Maria Jové, quien atribuyó el trastorno depresivo de la mujer al trabajo. La segunda médico, la forense del juzgado Rosa Pérez, indicó al juez que la denunciante sufre un cuadro de ansiedad depresivo derivado del acoso psicológico en el entorno laboral por las vejaciones que ha recibido de su superior.

El juicio continuará durante los próximos días y hoy, durante un receso, la acusación particular anunció que rebajará la petición de cinco años de prisión para el superior de la denunciante a dos años y medio, por las vejaciones que recibió la denunciante de la jefa del Servicio de Carreteras de Lleida de la Conselleria de Política Territorial, por su trato a una trabajadora entre 1996 y 2005.

La vista oral, que empezó hoy, comenzó con la declaración de la acusada, Teresa C.E., que desde hace unos meses ya no trabaja en su anterior puesto, aunque sigue trabajando para la Conselleria. En su declaración negó haber ordenado a la presunta víctima trabajos de inferior categoría, como los de conserje, ni haberla amenazado con expulsarla. "Todavía no entiendo cómo ha ocurrido esto. ¿Cómo es posible que una persona a la que le he dedicado más que al resto, porque necesitaba más... No lo entiendo", declaró la acusada en el juicio.

La denunciante, B.S.M., que entró con 19 años a trabajar, entonces en el Ministerio de Obras Públicas, y que ha estado de baja durante largos periodos aseguró que le llamaba "tonta", le decía que no servía para nada, le cronometraba el tiempo, le obligó a hacer de conserje y le amenazó con abrirle un expediente, además de obligarle a archivar expedientes muy antiguos.

En su declaración aseguró que le gritaba en la sala de juntas y a puerta cerrada y que en una época le puso un supervisor. "Tú no vales, te voy a cronometrar para que te dé tiempo", aseguró la denunciante que le dijo la acusada. "Tonta inútil, no sirves para nada", dijo también.

Antes del juicio, la Fiscalía pedía un año y medio de cárcel y la acusación particular cinco. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, entre 1996 y 2005 Teresa C.E. mantuvo hacia la víctima una actitud continua de "menosprecio y acoso con la finalidad de que abandonara el puesto de trabajo".