El desconfinamiento por el coronavirus puede acarrear miedo a salir e incluso agorafobia

Una calle de Barcelona prácticamente vacía durante el estado de alarma por el coronavirus
Una calle de Barcelona prácticamente vacía durante el estado de alarma por el coronavirus - David Zorrakino - Europa Press - Archivo
Publicado: sábado, 2 mayo 2020 10:09

   Puede haber más consultas psicológicas pero descarta el síndrome Hikikimori

   BARCELONA, 2 May. (EUROPA PRESS) -

   La presidenta de la sección de psicología clínica del Collegi de Psicologia de Catalunya (COPC), Carmen Ferrer, ha afirmado que el desconfinamiento puede acarrear a algunos ciudadanos miedo a salir de casa, e incluso la agorafobia puede registrar "un aumento tras este periodo de reclusión forzosa".

   En una entrevista de Europa Press, la psicóloga clínica-psiconalista ha precisado que la agorafobia se da "especialmente en las personas que ya sufrían ese padecimiento, pero lo mantenían compensado con un tipo de vida que no les exponía a las situaciones temidas".

   Ahora pueden haberse sentido cómodas en el aislamiento, sobre todo si sus circunstancias personales no han perjudicado su forma de vida, pero salir de casa puede ser un conflicto añadido porque "pueden sentirlo como una imposición que los arroja a un afuera lleno de peligros, ya que su vivencia del exterior --de los espacios abiertos-- es de que se los va a tragar como si fuese un monstruo devorador".

   Sobre los ciudadanos que tendrán miedo a salir de casa, ha explicado que el temor puede deberse a muchas causas: "Aparte de la agorafobia, hay otros muchos miedos; por ejemplo, a las otras personas que pueden portar el virus y contagiarlas, por hipocondría que les hace sentirse enfermos sin estarlo o por angustia ante una situación que no pueden controlar".

   No obstante, descarta que se den casos de Hikikimori (síndrome de nombre japonés que describe a personas solitarias que se retiran de todo contacto social): "No tiene por qué darse especialmente en esta situación, ya que suele aparecer en circunstancias en las que no pasa nada".

MÁS DEMANDA DE PROFESIONALES

   Ferrer considera posible que buena parte de todas estas personas sientan la necesidad de ayuda psicológica: "Es factible un aumento considerable de la demanda a los profesionales de la psicología".

   Una de las cosas que peor soporta el ser humano es la privación de libertad que, unida al miedo a la enfermedad, "es inevitable que produzca desestabilización y síntomas diversos".

   "Hay muchas personas que ya tenían conflictos previos y la crisis los ha agravado, y otras que estando equilibradas han visto cómo su equilibrio se rompía ante una situación impensable hasta hace muy poco", ha añadido.

   Hay síntomas de muchos tipos, como "claustrofobia, ansiedad aguda, estrés, depresión, angustia, vivencias traumáticas, intolerancia a la separación de la familia", además de las personas que han sufrido males mayores, como la pérdida de seres queridos o del trabajo y conflictos interpersonales.

   "Ha habido un incremento de consultas de personas en situación de estrés, ansiedad, angustia, miedo", según Ferrer, que ha citado sobre todo consultas de los profesionales sanitarios que están en primera línea de atención.

   También ha enumerado consultas de afectados por el virus, en hospitales y centros, y de personas que están haciendo un sobreesfuerzo y "lo están pasando muy mal", por lo que se les reactivan conflictos anteriores o se les quebrantan sus defensas psíquicas.

   Aunque la actividad no se ha parado en ningún momento, cuando sea posible reabrirán sus despachos y reanudarán la atención presencial, "sin dejar de lado este otro modo de atención que, como se ha evidenciado, resulta muy útil y conveniente en coyunturas como la actual, pero que también se practicaba antes con personas que viven lejos o que tenían que viajar".

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