BARCELONA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha asegurado que, ante la posible llegada de inmigrantes ilegales a las fronteras españolas de Ceuta y Melilla, el Instituto Armado tiene la obligación "de cumplir y hacer cumplir la ley".
En declaraciones a los medios tras inaugurar la Jornada de Novela Negra en la Comandancia de la Guardia Civil de Barcelona, al preguntársele si está preocupado por los intentos masivos de cruzar la frontera de las dos ciudades, ha indicado que como cuerpo no tiene más obligación que cumplir y hacer cumplir la ley y ha asegurado que el cuerpo está "muy curtido".
No ha querido valorar la visita del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, a Ceuta y Melilla y se ha limitado a decir: "En estos momentos está el ministro en una rueda de prensa en Ceuta, vamos a dejar que hable él y que explique lo que ha visto y lo que tiene que contar".
Durante su intervención para inaugurar la Jornada de Novela Negra, en la que participan los escritores Lorenzo Silva, Alicia Giménez-Barlett y Andreu Martín, entre otros, ha confiado en que eventos como éste puedan ser un foro "de encuentro ideal del mundo de las letras, la seguridad, la justicia y los medios, que sirva para comprender un poco más la labor del otro, llegando a la empatía que ayudaría a valorar y proyectar mejor su trabajo".
Fernández de Mesa ha esperado poder "dar una imagen veraz y real de España hacia adentro y de cara al exterior", para que en el mundo conozca lo bien que hace las cosas, que son muchas las cosas que hace bien, ha dicho.
"Sin duda tenemos nuestros fallos, pero como los tienen los demás, aunque en ocasiones no lo reconozcan. En lugar de proyectar los errores, que ya se encargan desgraciadamente otros, de engrandecer permanentemente", ha reflexionado.
Al acto han asistido el fiscal superior de Catalunya, José María Romero de Tejada, el delegado del Gobierno en Barcelona, Emilio Ablanedo, el jefe de la Guardia Civil en Catalunya, Ángel Gozalo, y el jefe superior de la Policía en Catalunya, Agustín Castro, entre otros mandos policiales y miembros de la judicatura.
