Las denuncias por venta ambulante se duplican en un año y se concentran en el Parc Güell
BARCELONA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El distrito de Gràcia de Barcelona ha reducido los accidentes de circulación un 33% desde 2002 hasta la actualidad, explicó el concejal del distrito, Guillem Espriu, quien destacó que el descenso lo encabezan las motocicletas, cuyos siniestros han caído un 20% en el último año.
En una entrevista con Europa Press, Espriu atribuyó parte de la reducción a la conversión de calles en plataforma única, donde los peatones tienen prioridad, sobre todo en el barrio de Vila de Gràcia. La disminución se explica también por el endurecimiento legislativo en materia de tráfico.
Desde que empezó el mandato en 2007, Gràcia ha reformado 67.000 metros cuadrados de espacio público, más de la mitad de los cuales pertenecen a calles convertidas a plataforma única. "Es el mandato con más transformación urbana de su historia", aseguró.
Sin embargo, y en la línea en que se expresó hace unos días el alcalde, Jordi Hereu, consideró que ha llegado el momento de parar un poco la máquina, hacer que las transformaciones "se aposenten" y dejar tiempo a la gente para que se acostumbren y las disfruten.
"No es bueno que todo el espacio público esté de patas arriba", admitió Espriu, quien antes de acabar el mandato, que se agota en 2011, quiere abrir un proceso de reflexión profunda sobre el territorio, con el análisis de los planes estratégicos realizados y el abordaje de uno nuevo en 2010.
En ello se inscribe la reforma de la plaza del Sol, cuya reflexión prevé empezar en el segundo semestre de 2010. Este verano, el Distrito tuvo que retirar tres bancos por las peleas diarias, que molestan a vecinos y motivaron que en algún bar se armasen con bates de béisbol para defenderse.
OFENSIVA CONTRA LA VENTA AMBULANTE
Las plazas del Sol, Revolució y Virreina destacan por la venta callejera de latas de cerveza a un euro. En 2009, la Guardia Urbana ya ha impuesto 240 denuncias por consumo de alcohol en la calle, 14 más que en 2008. Por venta ambulante, muy concentrada en el Parc Güell, ascienden a 1.380, más del doble que el año pasado, cuando fueron 551.
Sobre el nuevo Plan Estratégico de Turismo, que aboga por descentralizarlo más allá de Ciutat Vella, Sagrada Familia y el Parc Güell, Espriu defendió diversificar en las plazas, la Casa Vicens de Antoni Gaudí, la Casa Fuster de Lluís Domènech i Muntaner , y la trama comercial, aunque con respeto a los vecinos. "Lo que no abandona Barcelona es que quiere ser de calidad", afirmó.
Además de plaza del Sol, Espriu trabaja en convertir en bulevar la calle Pi i Margall. En 30 metros de ancho habrá carril bici, otro de bus-taxi, aparcamiento de motos, zona de carga y descarga y espacio verde.
No obstante, avisó de que transformar con la ayuda de consultas como la de la Diagonal "tiene límites", un modelo válido para grandes proyectos de ciudad pero no calle por calle, ya que retrasa su ejecución y tiene un coste adicional. "No podemos tener 30 procesos abiertos a la vez", concluyó.
Espriu pidió convertir en obligatoria la educación infantil, etapa en la que consistorio y Generalitat invierten "mucho" pese a no serlo. El distrito ha más que doblado este mandato las plazas de guardería, pasando de 116 a 275, a lo que se suman 81 de una en Sarrià-Sant Gervasi donde la mitad de los alumnos son de Gràcia. Hasta 2011 se prevén inaugurar tres que totalizan 243 plazas más.
A falta de un año y medio para las elecciones municipales, Espriu declaró que quiere repetir al frente de la concejalía de Gràcia, aunque la última palabra la tiene el PSC y el alcalde, Jordi Hereu, a quien las encuestas sitúan ahora por detrás de CiU.
El edil de Gràcia dijo que "entre las encuestas y el realizable hay las elecciones", y añadió que la crisis afecta a todos los gobiernos. Según él, Hereu "sabe el chaparrón", e le instó a aguantar y a explotar el hecho de que, pese a la crisis, Barcelona mantiene la inversión en los niveles más altos de la historia.
